La Seguridad del Estado amenazó con procesar a la joven cubana Yordanka Battle por el delito de "instigación a delinquir", en un intento de censurar sus publicaciones en redes sociales.
El acoso contra la joven ha crecido desde octubre del pasado año, cuando fue despedida de su trabajo en una empresa estatal por hacer críticas en Facebook sobre la precaria situación del país y la inflación.
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Tras salir de un interrogatorio al que fue citada este miércoles contó que durante el proceso dos agentes de la Seguridad del Estado le dijeron que el motivo de la citación era advertirle que podría ser acusada con base en el citado delito por sus denuncias virtuales.
"Tú estás convocando a las masas, y esto se puede entender como un delito de instigación a delinquir", le dijeron. Luego, el agente sacó una de sus publicaciones donde la joven informaba: "Fui citada por la policía a la estación de Zapata y C el próximo 15/02 a las 8.30 AM. Corran la voz".
Los oficiales del régimen cubano intentaron hacerle creer que en esa frase había una convocatoria a cometer algún delito, pero Battle asegura que pudo defenderse de la acusación por sus conocimientos del nuevo Código Penal y de la Ley de Procesamiento Penal".
"Yo no tenía que estar ahí, porque yo no he cometido ningún delito", expresó la joven, quien ha pasado noches sin dormir a causa del acoso del régimen, que ha cuestionado hasta a sus seguidores en Facebook.
En su directa tras el interrogatorio y las amenazas, la activista afirmó que continuaría publicando en redes porque ella no ha cometido ningún delito, usa su teléfono personal para ello y paga la internet a Etecsa, "bien cara", aseguró.
En la mañana de este miércoles el régimen cubano detuvo a varios activistas que acompañaron a sus respectivos interrogatorios a Battle Moré y al artista Adelth Bonne Gamboa. Entre ellos Rosmery Almeda (Alma Poet); el artista plástico Yulier Rodríguez y Yamilka Lafita.
Battle en octubre fue despedida de su trabajo en una empresa estatal por hacer críticas en redes sociales sobre la precaria situación del país. Antes de ser expulsada por sus ideas sobre la cruda realidad cubana, estalló en las redes sociales denunciando la escasez y la pésima gestión del gobierno para hacer frente a la falta de alimentos en el país.
Sus declaraciones no fueron bien recibidas por el régimen y desde entonces han comenzado a reprimirla de diversas maneras, con presencia policial frente a su casa, con el despido laboral y ahora con citaciones a interrogatorio.
En enero denunció el acoso de la policía cubana a su casa y familia, luego de verificar que un oficial del Ministerio del Interior la vigilaba, escondido en un oscuro portal.
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