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Un campesino residente en el municipio de Sibanicú, en la provincia de Camagüey, fue asesinado a machetazos y su cuerpo escondido dentro de un saco en el baño de su vivienda, según un reporte de la prensa independiente.
El periodista Henry Constantín, del sitio La Hora de Cuba, reveló que el crimen habría ocurrido presuntamente el pasado sábado, aunque no fue hasta el lunes 27 de febrero que el cadáver fue descubierto por unos trabajadores que pasaron cerca de la casa de la víctima y se extrañaron de la gran cantidad de auras tiñosas y moscas que rondaban por el lugar.
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Constantín dijo que “Baracoa” era el apodo del campesino, quien vivía solo y se dedicaba a criar animales y a atender una parcela de tierra en el poblado rural La Norma, un pequeño caserío en la Carretera Central, ubicado entre Sibanicú y el municipio cabecera, en el acceso al pueblo Siboney, habitado por algunos cientos de personas.
“Habitantes de La Norma y una persona de las presentes al momento de trasladarse el cadáver, aseguran que el robo fue el móvil del asesinato”, detalla una publicación en Facebook del citado medio.
Tras el macabro hallazgo arribaron peritos del Departamento de Criminalística del Ministerio del Interior (MININT) y un carro fúnebre que condujo el cadáver directo al cementerio de Sibanicú para su autopsia y rápido entierro, debido a la cantidad de tiempo transcurrido.
“La provincia de Camagüey está viviendo una epidemia de homicidios que es más notable desde mediados de enero, con al menos seis crímenes hasta el momento: dos feminicidios, tres muertes con motivación de robo y uno, el de este campesino, con causa aún sin aclarar”, lamentó Constantín,
El periodista -quien enmarcó tales hechos en una “crisis de violencia y delincuencia que sufre toda Cuba”- reprochó que el gobierno se ha pronunciado escuetamente en algunos de los hechos más mediáticos, pero siempre después de que fueran revelados por ciudadanos en las redes sociales o en la prensa independiente, “pero sin esbozar un plan general ni medidas concretas para atajar la creciente violencia y sus diversas causas”.
Dos de los crímenes más estremecedores ocurridos en febrero en Camagüey fueron el asesinato del taxista Guperto Rafael Cánovas Adán, de 72 años; y el Leidy Bacallao, una adolescente de 17 años que fue asesinada a machetazos por su expareja en una estación de policía del poblado Camalote, en el municipio de Nuevitas.
También fue impactante el crimen contra Yudel López Álvarez, de 41 años, quien fue asesinado para robarle un triciclo eléctrico en esa provincia. López Álvarez fue interceptado y apuñalado por dos sujetos al salir de su centro de trabajo en su medio de transporte. El cuerpo del fallecido fue descuartizado y sus restos lanzados a un río dentro de un saco con objetos pesados.
Ante la creciente violencia en Cuba, los ciudadanos reclaman al gobierno implicarse más en la protección de la ciudadanía y en la captura de los delincuentes.
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