La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, calificó al régimen cubano de "dictadura", pero justificó la permanencia en el poder del castrismo y su “continuidad” por más de 60 años con el argumento de que los cubanos “no han podido elegir porque están bloqueados”.
A falta de apenas diez días para las elecciones a diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), regidas por la particular visión de la “democracia popular” impuesta por la dictadura cubana, Márquez ofreció unas declaraciones a Revista Semana, en las que justificó la imposibilidad de los cubanos para elegir a sus gobernantes por el “bloqueo” estadounidense.
Cuba es una “dictadura que envía médicos”, llegó a decir la vicepresidente colombiana, haciéndole un flaco favor propagandístico a La Habana, empeñada en estos días en legitimar su régimen totalitario con el resultado de unas elecciones sin partidos políticos, sin observadores independientes e internacionales, sin libertad de prensa, expresión o asociación. Una "farsa" que denuncia la sociedad civil independiente que promueve la abstención.
Preguntada por sus declaraciones sobre el sistema de salud cubano, Márquez glosó sus supuestas virtudes, refiriéndose, única y exclusivamente, a la formación de médicos colombianos y otros países en la isla, y a la exportación de servicios médicos que practica el régimen cubano.
Denunciada como vía opaca de financiación, trata de personas y “esclavitud moderna”, la supuesta cooperación médica que alabó la vicepresidente colombiana, constituye la enésima jugarreta del régimen cubano para apuntalar su poder simbólico entre aliados y simpatizantes.
Márquez, que en La Habana pedía la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, puso mucho énfasis en la “dictadura cubana” envía médicos y no tropas y armas a otros países a pesar de estar bloqueada. Y acusó al embargo estadounidense de ser la causa por la que los cubanos no tienen derechos y libertades civiles y políticas.
“Entonces, ¿usted cree que Cuba es una dictadura?”, preguntó la entrevistadora. “Eso lo dice usted. Yo respeto la autonomía y la soberanía de cada pueblo, que decide organizarse políticamente como quiera”, zanjó la vicepresidenta.
“Pero allá no han podido decidir”, intervino la entrevistadora, a lo que Márquez respondió que era por culpa del “bloqueo”, en una muestra más de que el adoctrinamiento del régimen cubano forma parte de su agenda de influencia entre sectores de la izquierda latinoamericana.
La segunda del presidente Gustavo Petro puso todo su empeño en resaltar que el régimen totalitario cubano “ha sido una dictadura bloqueada, pero que no envía armas; envía médicos”.
“¿Eso no es de admirar?”, preguntó la política colombiana, ajena o encubridora del colapso del sistema público de salud cubano, del desbalance de la inversión pública en favor de los negocios turísticos del régimen y en detrimento de los servicios públicos, y de la historia de medio siglo de influencia en la región, marcada por el apoyo material de guerrillas y grupos terroristas ideológicamente afines.
Mientras asistía en febrero pasado a la Feria del Libro, Márquez expresó que no era “justo que un país como Cuba, que tanto ha aportado a la paz de Colombia, haga parte del listado de países que apoyan el terrorismo. Hoy, desde La Habana, manifiesto mi respaldo a esta nación insular para que sea retirada de dicho listado”.
Tras haber sido retirada de la lista de países patrocinadores del terrorismo por la administración Obama, el presidente Donald Trump volvió a incluir a Cuba por "brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar puerto seguro a terroristas".
Asimismo, recalcó su voluntad de "negar al régimen de Castro los recursos que utiliza para oprimir a su gente en casa y contrarrestar su interferencia maligna en Venezuela y el resto del hemisferio occidental". A fecha de hoy, la decisión se mantiene con la administración Biden.
* Entrevista completa. Declaraciones sobre Cuba a partir del minuto 36
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