El régimen cubano prohibió salir del país a las activistas que el pasado 8 de marzo denunciaron públicamente los feminicidios cometidos en Cuba en los últimos tiempos, y exigieron en la calle más implicación de las autoridades con la violencia machista.
“‘Regular’ es un eufemismo del totalitarismo cubano para nombrar la violación de un Derecho Humano, el de la movilidad. Cuando esto ocurre contra mujeres es un crimen al que se suma la violencia machista de un Estado Feminicida”, expresó la periodista cubana Marta María Ramírez.
En una publicación de sus redes sociales, la activista se solidarizó con Massy Carram, Mel Herrera, Laura Vargas, Sabina Je y el resto de las jóvenes que depositaron flores ante la estatua de Enriqueta Favez en la Alameda de Paula por el Día Internacional de la Mujer.
Según denunciaron varias de ellas en sus redes sociales, el gesto molestó al régimen cubano, que habría “regulado” a las activistas por su acto reivindicativo.
“Cuando ocurre a mujeres feministas jóvenes, a una mujer trans, por leer sus demandas frente a una estatua, ponerle girasoles y nombrar en voz alta, en una directa, los nombres del subregistro de Feminicidios en Cuba, el crimen machista es más evidente”, subrayó Ramírez.
La prohibición de salida del país a las feministas no hace sino escalar un peldaño más en la represión que ejerce el régimen cubano sobre los activistas de la sociedad civil independiente. Con la merma del activismo que supuso la feroz represión desatada tras las históricas protestas del 11J en Cuba, la Seguridad del Estado redobla su “atención” a los activismos que considera "menores", como el feminismo y el LGTBI+.
Así lo consideró Ramírez en su publicación de este miércoles. “Vienen a por las feministas, escribí hace meses. Y ahí están, acosadas y violados sus derechos más elementales”, señaló la periodista, que no vive en Cuba.
“Si las tocaban, les dije, machistas cobardes, voy a reunirnos a todas para regresar. Me voy a demorar porque yo no convoco a nadie y no tengo dinero. Pero lo voy a lograr. Y ese día vamos a reencontrarnos, abusadores. ¡Con ustedes, mujerazas!”, avisó.
Por su parte, la activista Mel Herrera dijo estar resignada a no salir de Cuba en buen tiempo. “Seguridad del Estado me hace saber por una tercera persona que todas las que leímos los nombres de las mujeres asesinadas en Cuba por motivos de género y que pusimos flores en la estatua de Enrique(ta) Faber el pasado 8 de marzo estamos reguladas”, explicó.
“Mis planes de irme nunca han sido sólidos, por suerte. En el acto mismo de impedir abandonar el país a determinadas personas está implícita la idea de que irse sería un alivio, y quedarse un castigo. Balón a su propia cancha. Lidien con su auto-odio y la auto percepción de lo que es el sistema para el que trabajan”, concluyó.
La “regulación” de las feministas no hizo más que reafirmar sus convicciones. “Voy a seguir poniendo estas fotos, voy a seguir dando tremendo perro berro, voy a seguir haciendo mi vida, trabajando, estudiando, saliendo a perrear, maquillándome, llevando ayudas a quien lo necesite, fajándome en las colas, comiendo spaguettis, tomando café”, sostuvo Massy Carram.
“Voy a seguir, me niego a vivir en el terror, no me da la gana, ninguno de ustedes me parió y la que me dio la vida, hace rato que no me impone nada. Voy a tener una vidita, los años que dure la regulación y los años que Olofi me dé de existencia. Allá ustedes que tienen que responderle a un gordo que la vive como Carmelina y que no les da, ni les dice dónde hay”, añadió.
Sabina Je también se pronunció en sus redes sociales para decirle al régimen que vivir en Cuba no era un castigo para ella; mientras que Laura Vargas afeó a las autoridades la desidia institucional frente a la creciente violencia machista.
“Esa lista de nombres [de mujeres asesinadas] debería ser prioridad para cada uno de los órganos de orden y justicia en este país”, criticó. “Pero no, la Seguridad del Estado prefiere hacer una lista con los nombres de las que estuvimos ahí a modo de homenaje y enviarla a inmigración, con el único objetivo de regularnos la salida del país”.
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