El sacerdote Alberto Reyes expresó este jueves que Cuba parece una isla maldita condenada a la noche eterna, en una profunda reflexión sobre la falta esperanza en el país.
"Cuando un pueblo vive sin libertad, maniatado y mudo, los sueños se presentan como ilusiones irreales, y la esperanza se deshace, rota en pedazos, impotente ante la triste mirada que se apaga. Cuba, a pesar de su belleza y su potencial innegable, parece una isla maldita condenada a la noche eterna, sin cabida para la esperanza", escribió en Facebook el párroco de Guáimaro.
En su texto, reflexionó sobre las promesas vacías de las que ha vivido el pueblo desde 1959, que ha llevado a una falta de esperanza, principalmente por el ingente éxodo que ha dejado lejos de sus amigos y familia a varias generaciones.
"Cada vez más personas ven la emigración como la única solución posible, y asistimos impotentes a la ausencia progresiva de aquellos con los cuales hemos crecido… sentimos que aquí no tiene cabida la esperanza", sentenció.
Para Reyes la pérdida de la esperanza se constata en el miedo a decir la verdad, en la falsa imagen de prosperidad que promulga el régimen, la miseria.
"¿Cómo hacer para seguir caminando en medio de la noche, sin que se nos quiebre el alma? ¿Cómo hacer para romper a base de verdad la gran mentira del socialismo sostenible, feliz, prometedor y próspero?", se cuestionó.
En sus reflexiones se advierte un hastío por la situación cubana y un pesar por los ciudadanos que sufren la crisis del país.
En los primeros días del 2023, el sacerdote afirmó que el país empezó este año con los mismos discursos vacíos y ridículos, y con los mismos problemas que impiden al cubano pensar en el futuro.
Posteriormente, en febrero, reflexionó sobre el reto de ser padre y formar una familia en Cuba, donde impera un modelo sociopolítico que no tiene nada que ofrecer al pueblo, salvo consignas vacías, estancamiento y desigualdad y describió la situación con la analogía de un barco que se hunde.
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