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La Iglesia Católica de Cuba aseguró que la "puerta estaba abierta a una amnistía” para los presos políticos, tras conversaciones con el gobernante Miguel Díaz-Canel y otros altos funcionarios del régimen, según declaraciones de fuentes eclesiásticas.
El secretario de la Conferencia Episcopal de Cuba, Ariel Suárez, declaró este jueves a la agencia Reuters que las dos partes discutieron la situación de los presos y que la charla fue abierta y franca.
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"La Iglesia agradece la posibilidad del encuentro y, sobre todo, agradece que se haya dejado abierta la puerta para reuniones posteriores", dijo Suárez.
También comentó que “esa voluntad existe y fue expresada por ambas partes".
Asimismo dijo los obispos cubanos habían buscado durante mucho tiempo tener una reunión con Díaz-Canel para discutir este asunto y otros más.
"Los obispos habían solicitado una reunión con el presidente hace más de dos años... Se concretó ahora", subrayó Suárez.
La reunión de este miércoles del presidente cubano con los obispos católicos fue informada desde la oficialidad como un encuentro más de los que realiza Díaz-Canel con diferentes sectores del país tras su ratificación en el cargo durante la última semana.
El perfil de la Presidencia de Cuba en Twitter posteó una imagen de la reunión y se limitó a decir que esta transcurrió en el Palacio de la Revolución, en La Habana.
Un reporte del diario oficialista Granma, por su parte, reseñó que en el intercambio ambas partes abordaron temas "relacionados con la labor de la Iglesia Católica, la situación socioeconómica del país, el fortalecimiento de valores en la sociedad, entre otros asuntos de interés común".
"La reunión transcurrió en un clima de respeto mutuo, en correspondencia con la política de la Revolución hacia la religión y los creyentes y la plena libertad religiosa consagrada en la Constitución de la República de Cuba", destacó el diario oficialista.
En el intercambio estuvieron presentes el Cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de La Habana; el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín-Tunas, entre otros representantes del ente episcopal, dijo el medio de prensa.
A Díaz-Canel lo acompañó el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz; el titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes; la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido, Caridad Diego Bello; y otros funcionarios del Partido y el Gobierno.
Tras su ratificación en el cargo y en medio de una grave crisis de credibilidad, así como del descontento popular por la situación económica del país, la falta de combustible, de alimentos y de insumos en los hospitales, el mandatario cubano se ha reunido con algunos sectores sociales e institucionales, incluidos los "incómodos" Obispos Católicos.
No es la primera vez que la Iglesia Católica media en negociaciones para la liberación de presos políticos en Cuba. Esta fue decisiva para la liberación de los presos políticos de la “Primavera Negra” de 2003.
La Iglesia también fue clave en la histórica reanudación de los lazos entre Cuba y Estados Unidos en 2015, bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama.
En noviembre de 2021 la Conferencia de Obispos Católicos llamó a evitar la confrontación violenta en la isla y a favorecer un clima donde cada cubano pueda expresarse "sin exclusiones ni marginaciones".
El mensaje de los prelados adquirió especial relevancia previo a la Marcha Cívica por el Cambio que estaba programada para el 15N y ante el aumento del clima represivo y la propaganda gubernamental contra los impulsores de la iniciativa. Sin embargo, el régimen hizo caso omiso al llamado de los católicos y reprimió la iniciativa.
"Consideramos que urge, cada vez más, la implicación de los cubanos en un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones", aseguraron entonces los obispos.
En enero Cuba fue visitada por el cardenal Beniamino Stella, un enviado del Papa Francisco que se reunió con funcionarios cubanos, incluido el gobernante.
En la reunión con Díaz-Canel, el representante del régimen cubano le expresó a Stella "toda la voluntad" para "seguir construyendo, con mutuo beneficio", caminos para "la solución de las expectativas de ambas partes".
Sin embargo, a pesar de que el Papa Francisco envió el mensaje de que desea que el régimen cubano "libere a los manifestantes presos por protestar pacíficamente el 11J", según dijo el cardenal Stella, el gobierno de La Habana hasta ahora no ha hecho cambios significativos por la liberación de los manifestantes encarcelados, que sobrepasa la cifra de mil, la mayoría jóvenes.
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