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El sacerdote cubano Alberto Reyes afirmó este viernes que el pueblo anhela un cambio político y un sistema diferente en Cuba, y que ha llegado para todos el momento de una transición.
En un texto difundido en su muro de Facebook, el párroco recordó que desde el inicio del proceso revolucionario hubo personas que se opusieron a un sistema de partido e ideología únicos, y que la respuesta del gobierno siempre fue la exclusión, la violencia o incluso la muerte.
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Conocido por sus críticas al régimen y su defensa de los oprimidos, el sacerdote refrendó el deseo del pueblo de una vida diferente, que se expresa en los comentarios en la calle, en las manifestaciones multitudinarias y en el "río ininterrumpido de emigración".
"Los modos en que se ha respondido a estos reclamos no han sido otros que la ignorancia, los 'linchamientos mediáticos', la represión violenta, la cárcel... Una y otra vez las voces continuas de nuestro pueblo que gritan 'libertad' han sido ignoradas; una y otra vez las manifestaciones populares, que han sido mayoritariamente pacíficas, han sido reprimidas con violencia barriobajera, seguido de explicaciones absurdas que humillan la inteligencia, de actos teatrales de 'reafirmación revolucionaria'...", describió.
"Este pueblo sigue diciendo de mil modos posibles, pero claramente, que desea un cambio profundo y radical, que desea un cambio de sistema", recalcó.
El párroco del poblado camagüeyano de Esmeralda llamó a los dirigentes del país a escuchar la voz del pueblo y a proponer los cambios necesarios, porque son ellos los que tienen el poder para coordinar un diálogo nacional, y los mecanismos para hacerlo desde la paz ciudadana.
"Ignorar la voz del pueblo no funciona; reprimir, golpear, encarcelar, intimidar… no funciona, no va a funcionar. Lo único que pueden provocar estos métodos es alargar la agonía y hacer crecer el resentimiento, el hastío y la violencia del alma, que podría estallar como ola arrasadora e incontenible", subrayó.
"El ansia de una Cuba donde podamos respirar libertad, participación ciudadana y prosperidad no es una idea peregrina, es un hecho. Ignorarlo no funciona", concluyó.
En abril pasado, Alberto Reyes aseguró que otro 11J está a la vuelta de la esquina, porque "la gente está harta", y acusó al gobierno de estar "anquilosado, cerrado en el discurso de los años 60".
Menos de un mes después, los habitantes de Caimanera, en Guantánamo, se lanzaron a la calle a exigir libertad y en protesta por los apagones y la escasez general.
La multitudinaria y pacífica manifestación que fue violentamente reprimida por efectivos de Brigadas Especiales del MININT.
"El video adjunto confirma la represión a la protesta de Caimanera. Según un testimonio consultado, dos jóvenes fueron trasladados hacia el Centro de Operaciones de Guantánamo, luego de ser golpeados por Boinas Negras", indicó en Twitter la plataforma de la sociedad civil Justicia11J.
"Así los militares de la dictadura castrista golpearon a las mujeres y hombres que protestaban pacíficamente en Caimanera, Guantánamo, mientras cortaban el internet. Está pasando ahora en Cuba", denunció en sus redes la plataforma Cuba dice NO a la dictadura, que instó a medios de comunicación internacionales a reflejar la represión desatada.
Cuando todavía no habían transcurrido 24 horas de las protestas, medios independientes y organizaciones de la sociedad civil cubana denunciaron la desaparición forzada de cinco de los manifestantes.
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