La joven cubana Yordanka Battle, quien es acosada por el régimen por sus críticas en redes sociales, relató su experiencia al visitar algunos hoteles de La Habana y aseguró que en casi todos te miran raro, te atienden mal, y si eres negro, peor.
La mujer –quien tras haber perdido su trabajo con el Estado por las presiones del régimen ahora se desempeña como trabajadora por cuenta propia– explicó que ha visitado algunas instalaciones en La Habana para ver algo lindo en Cuba, donde se cansa "de todo los días lo feo, lo roto, lo sucio y lo despintado. Del pollo y el picadillo, de jodedera, cola, salación, enfermedad y tragedias".
Fue entonces que decidió compartir su experiencia y retó a "todo cubano de a pie", a desmentirla si en algo miente.
Explicó que hay instalaciones como el Hotel Parque Central que no dejan entrar a los cubanos, y otros como el Nacional y el Habana Libre donde estos sí pueden hacer estancia.
Asimismo, que en algunos como el Hotel Packard y el Royalton Habana el consumo es obligatorio.
Comprobó durante su experiencia que los hoteles son de los militares; y que un cubano de a pie no se puede hospedar a menos que alguien con dinero lo invite, porque instalaciones como el Grand Amston cuestan 200 MLC por noche.
A pesar de ello Battle asegura que ella los frecuenta porque tiene una "vida de mierda" y está cansada de la pobreza generalizada en Cuba.
"Si ahora soy cuentapropista, ganando tres veces más que lo que ganaba, y con unos empleadores maravillosos, por mi salud mental, necesito tomarme un agua gaseada mirando una vista preciosa. Ya para fea mi casa, las calles, las aceras", argumentó.
Afirma que hay gente pobre que un día más que otro se amarra el cinturón y dice ¡Qué coño, la vida es corta!! Y con tremendo susto se toma una cerveza aquí". Aclara, sin embargo, que un cuentapropista como ella solo puede comprar un café y un agua en uno de esos hoteles.
Recientemente decenas de cubanos reaccionaron indignados a las declaraciones de una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) que aseguró a jóvenes norteamericanos de visita en la Isla que en Cuba, a diferencia de Estados Unidos, "los hoteles son del pueblo".
Johana Tablada, subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos del organismo, se reunió con más de 150 líderes de movimientos y organizaciones sociales de ese país en los jardines del restaurante 1830, en La Habana, donde expresó con vehemencia que el dinero que gastan los extranjeros en el país se destina a los servicios públicos.
Pero la realidad es que los cubanos pasaron años sin poder ingresar en los hoteles del país, y con frecuencia encuentran "leyes" locales excluyentes. En noviembre de 2021, cuando de reabrieron las fronteras a los turistas internacionales tras el cierre por la pandemia, se ordenó que los cubanos que quisieran hospedarse en Varadero no podrían hacerlo en los mismos hoteles de los extranjeros.
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