El viceministro de Ciencia y Educación Superior de Rusia, Peter Aleksandrovich Kucherenko, falleció este sábado al sufrir una repentina indisposición física en el vuelo que lo llevaba de regreso a Rusia, tras participar en encuentros de alto nivel celebrados en La Habana.
El también secretario de Estado del gobierno de Vladimir Putin integró la delegación de altos funcionarios y empresarios rusos que se reunieron con las autoridades cubanas en el marco de la XI Reunión del Comité Empresarial entre Cuba y Rusia que tuvo lugar en la capital cubana desde el pasado miércoles.
Kucherenko, de 46 años, “cayó enfermo en el avión en el que la delegación rusa regresaba de un viaje de negocios a Cuba”, indicó una nota oficial del ministerio en el que trabajaba el funcionario ruso, según el medio digital brytfmonline.com.
El dirigente, nacido el 3 de mayo de 1977 en Dudinka, en el Krai (territorio) de Krasnoyarsk, estaba señalado por la sociedad civil ucraniana y su propio país como uno de los “responsables de la implementación de políticas que socavan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”.
Por ese motivo, activistas en contra de la guerra y del régimen de Putin señalaron al viceministro ruso como un candidato a recibir sanciones por parte de la comunidad internacional, según el sitio online War and Sanctions.
“Con profundo dolor conocimos del fallecimiento del viceministro ruso Petr Aleksandrovich Kucherenko, al regreso a su país tras realización en nuestra nación de la Comisión Intergubernamental. Llegue a sus familiares, al gobierno y pueblo rusos nuestras más sentidas condolencias”, expresó el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel en Twitter.
Al momento de redactar esta nota se desconocen las causas del fallecimiento del funcionario que viajó a Cuba como parte de una delegación encabezada por Boris Titov, comisionado del presidente Putin para los derechos de los empresarios y uno de los directivos más influyentes en tema de comercio.
La XI Reunión del Comité Empresarial entre Cuba y Rusia sirvió para explorar oportunidades de inversión rusa en sectores como la agroalimentación, tecnología o el comercio minorista en Cuba. Por la parte cubana, el encuentro estuvo encabezado por el viceprimer ministro y ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ricardo Cabrisas Ruíz.
Reunidos durante dos días en el Hotel Nacional, los miembros de ambas delegaciones se encargaron de estrechar todavía más la relación del régimen cubano con la oligarquía rusa, pieza clave en el entramado de poder de Putin, un gobernante que ha ordenado la invasión de Ucrania, entrando en conflicto con la legalidad y la comunidad internacional.
Mientras ambos países atraviesan horas bajas y oscuras, las autoridades cubanas abren las puertas a la entrada en tromba de capital ruso en la isla, una apuesta que deja en evidencia la creciente cesión de soberanía que protagoniza Díaz-Canel en busca de mantenerse en el poder, mientras el país atraviesa una crisis estructural y se verifica una disociación y distanciamiento cada vez mayores entre el régimen cubano y la población.
La cesión a productores agrícolas rusos de la tierra cubana en usufructo, la exención de diferentes aranceles a las empresas rusas, las facilidades para repatriar ganancias a Rusia, los procesos expeditos para la oficialización de empresas mixtas, así como la posibilidad de operar en las monedas locales o la instalación de una línea marítima portuaria que conecte ambas naciones al estilo de la época de la existencia de la Unión Soviética, son ejemplos de la tóxica relación que intenta establecer el poder cubano con sus homólogos rusos.
“Se está haciendo mucho para los inversionistas rusos, hay condiciones preferenciales”, expresó Titov en la apertura del foro de negocios, al que asistió el difunto Kucherenko, jurista graduado de la Universidad de la Amistad del Pueblo Ruso.
Experto en la implementación de proyectos de asociación estatal en las esferas social y educativa, así como en asuntos constitucionales y de la autoritaria relación del poder ruso con la sociedad civil, el viceministro de Putin se indispuso durante el vuelo que lo llevaba de regreso a Rusia, lo cual obligó a la tripulación de la aeronave a realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad rusa de Mineralnye Vody, donde recibió atención médica, pero falleció.
El alto funcionario ruso deja esposa e hijo y añade un nuevo episodio en las oscuras relaciones entre gobiernos mafiosos y autoritarios que se juegan en estos días su permanencia en el poder, enfrentados a los países occidentales y, sobre todo, a sus propios ciudadanos que demandan derechos civiles y políticos que les permitan construir sociedades abiertas, inclusivas, democráticas y prósperas.
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