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El preso del 11J Luis Armando Cruz Aguilera fue conducido la semana anterior al hospital Miguel Enríquez, en La Habana, esposado de pies y manos, según denunció su madre.
“Me avisan de que está en el hospital Miguel Enríquez. Voy hacia allá, pregunto qué pasó y me dijeron que no me podían dar información, tampoco me dejaron entrar a la consulta”, precisó María Celia Aguilera García, en declaraciones recogidas por Radio Televisión Martí.
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Aguilera denunció que “hicieron a mi hijo caminar tres cuadras y media engrillado, avergonzándolo”.
“Un señor que pasaba me dijo ‘debe ser un asesino muy grande cuando lo llevan así’. Y le contesté ‘no es ningún asesino, así como tú lo ves, todo engrillado, es una persona que se siente libre porque él gritó libertad, lo que muchos no hacen, él es un manifestante del 11 de julio’”, agregó.
Al parecer, el preso político padece de una infección de oído, lo que provocó esta visita al médico, escoltado como un preso de alta peligrosidad.
“Después que se llevaron a mi hijo, hablé con el médico, quien me explicó que tiene un poquito de infección en el oído y que le indicó un colirio que, dicen ellos [los guardias] que lo tienen allá en el hospital del reclusorio”, explicó la madre.
“El médico me dijo ‘qué dolor me ha dado madre, usted suplicándole ahí que la dejaran entrar y no se conmovieron. Entre las personas que estaban allá afuera fue un debate muy grande con eso que hicieron con tu hijo’”, reveló Aguilera.
Luis Armando Cruz Aguilera, de 23 años, fue sentenciado en principio a 15 años de privación de libertad por manifestarse en Toyo, Diez de Octubre, el 11 de julio de 2021.
Cuando se iniciaron los juicios contra los jóvenes que se manifestaron en Toyo, Aguilera estuvo entre las madres que se plantaron en las afueras del Tribunal de Diez de Octubre, específicamente en el parque Juan Delgado, pidiendo justicia para sus hijos, luego de que las autoridades les prohibieran acercarse al edificio.
En el juicio de casación, la condena fue rebajada a 10 años, que actualmente el preso político cumple en la cárcel Combinado del Este.
En abril de pasado año, Aguilera denunció que sufría acoso y vigilancia por parte de la Seguridad del Estado tras visitar la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
La cubana indicó que su hijo en prisión también fue amenazado por los oficiales, para intentar amedrentarla a ella. El joven fue trasladado a convivir con presos comunes, algo que su madre interpretó como una forma de castigo.
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