Vídeos relacionados:
Ciudadanos cubanos se conmovieron con el generoso acto de un chofer estatal que, pese a que no había inspectores en una parada, se detuvo y recogió a las personas que esperaban por transporte en una zona de La Habana.
El conductor del vehículo estatal no dudó en ayudar a quienes aguardaban por algún medio de transporte que los recogiera, a pesar de que no había inspectores en la parada, que exigen a los carros estatales asumir el traslado de los pasajeros ante la crisis en el transporte público y el deteriorado parque automotor, según trascendió en una publicación de Facebook del grupo "ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas!".
Lo más leído hoy:
"Hoy quiero hacer pública la actitud muy solidaria de un conductor con su guagüita, que aunque no habían inspectores en las paradas por ser solo las 7:05 am., el recogía a todas las personas. Una señora que estaba junto a mí me dijo 'estoy sorprendida con este muchacho no solo por recogernos, sino por el trato tan agradable'", escribió una internauta.
El gestos solidario del transportista recibió muchos elogios y agradecimiento por parte de cubanos que enfrentan cada día la odisea de tener que transportarse hasta su trabajo en medio de la severa crisis de combustible.
"Para que vean que aún existen personas muy humanas", expresó el post.
"Bravo, un gran ejemplo para los que creen que si paran los cargarán en sus hombros. No, el peso va sobre ruedas", comentó una persona.
A menudo escenas como estas reciben cientos de comentarios positivos mientras el cubano de a pie, desesperanzado, sufre el déficit de transporte.
Algunos taxistas han dado muestras de solidaridad en fechas recientes. Este mes, un joven taxista en La Habana suspendió su trabajo para ayudar a dos mujeres accidentadas.
En mayo un conductor cubano llevó gratis a unos padres y a su hijo pequeño con un dedo fracturado, un hecho que llenó de emoción a esa familia que salía del hospital.
Otro, en un acto de empatía, bajó el precio del pasaje a una madre cubana y su pequeña hija cuando iban camino a la escuela.
Según la madre, el taxista no solo le cobró menos, sino que permitió que su hija se sentara al lado de ella para que no viajara incómoda y que cuando le agradeció por su gesto, él le respondió que “no lo hago por agradar a nadie, lo hago para agradar a Dios”.
Archivado en: