Yevgeny Prigozhin, el jefe de los mercenarios de Wagner que marchó hacia Moscú este fin de semana, dijo que su motín reveló la existencia de grandes problemas de seguridad en Rusia.
El oligarca explicó que sus unidades lograron neutralizar “todas” las unidades militares rusas durante su marcha y precisó que recibieron apoyo de los civiles por donde fueron pasando.
El también conocido como el chef de Putin, aseguró además que nunca fue su intención derrocar al régimen de Moscú, en su primer mensaje luego de su exilio en Bielorrusia, difundido en el canal de Telegram de Wagner.
“El objetivo de la marcha era evitar la destrucción de Wagner y pedir cuentas a los funcionarios que, a través de sus acciones poco profesionales, han cometido una gran cantidad de errores. No marchamos para derrocar al liderazgo de Rusia”, dijo
Prigozhin justificó su intento de rebelión como parte de sus pugnas con el Ministerio de Defensa e insistió en los bombardeos a los campamentos de Wagner, aunque esta vez redujo las bajas a una treintena.
“Estaba categóricamente en contra de la decisión de cerrar Wagner el 1 de julio de 2023 e incorporarlo al Ministerio de Defensa”, dijo.
El jefe de los mercenarios también elogió el papel del presidente bielorruso Alexander Lukashenko en el alcance del acuerdo que puso fin al motín.
El domingo pasado, las fuerzas de Wagner al mando de Prigozhin detuvieron su avance sobre Moscú tras negociaciones con Putin y “para evitar derramamiento de sangre”.
“Llegamos a 200 kilómetros de Moscú, durante este tiempo no derramamos ni una sola gota de sangre de nuestros combatientes. Ahora es el momento en que se puede derramar sangre. Por lo tanto, comprendiendo la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por un lado, giramos nuestras columnas y nos dirigimos en dirección opuesta a los campamentos de campaña según el plan previsto”, explicó Prigozhin.
El anuncio se hizo luego de que Lukashenko, sostuviera conversaciones con Prigozhin, durante las cuales este aceptó detener a sus tropas y “desescalar la situación”, según el servicio de prensa de Lukashenko.
“Prigozhin aceptó la propuesta de Lukashenko de detener los movimientos de Wagner en territorio ruso y de adoptar nuevas medidas para rebajar la tensión”, citó el medio Rossiya 24.
Todavía no ha sido totalmente confirmada la presencia de Prigozhin en territorio de Bielorrusia, aunque se especula que este país satélite de Moscú será la nueva sede del grupo mercenario.
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