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El expolicía de Florida que fue acusado de no enfrentarse al responsable del tiroteo en una escuela de Parkland en 2018, fue declarado no culpable.
Scot Peterson, de 60 años, estaba imputado por siete cargos de negligencia infantil, tres de negligencia culpable y uno de perjurio, por su actitud durante la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, donde murieron 14 estudiantes y tres profesores.
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De ser hallado culpable, se enfrentaba a una pena de casi 100 años de prisión.
Peterson, único oficial armado en la escuela durante la matanza, fue acusado por su falta de respuesta en los hechos ocurridos en el tercer piso del edificio 1200, donde murieron seis de las 14 víctimas mortales.
Los videos de seguridad muestran que el exoficial, con chaleco antibalas, llegó al inmueble con el arma en la mano antes de que el asesino Nikolas Cruz llegara a ese piso; pero en vez de entrar, cuando sonaron los disparos no abrió la puerta y caminó hacia atrás.
Se marchó a otro edificio cercano y se quedó allí 40 minutos, incluso después de que terminara la masacre y otros policías hubieran llegado al lugar.
Peterson no testificó durante el juicio, pero con anterioridad había dicho que, debido a los ecos, no supo precisar de dónde venían los disparos, pero que jamás actuó pensando en no enfrentarse al atacante.
El jueves, mientras se leía el veredicto, el exoficial lloró junto a su abogado. Por su parte, familiares de las víctimas mostraban su rechazo negando con la cabeza.
Peterson fue arrestado en junio de 2019. El Departamento de Florida de Ejecución de la Ley (FDLE), sostuvo entonces que además de negarse a investigar la fuente de los disparos y no intervenir en el tiroteo, ordenó a otras autoridades que llegaron a la escena que permanecieran a 500 pies del edificio.
A los pocos días salió en libertad tras pagar una fianza 39,500 dólares.
Meses antes había dicho que legalmente no estaba obligado a intervenir durante el tiroteo.
"Desde un punto de vista legal, no había ningún deber", señaló su abogado Michael Piper.
Es la primera vez que se juzga a un policía en relación con un tiroteo en una escuela de Estados Unidos.
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