El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, calificó la actividad de atención a la población como un asunto de vital importancia, sin embargo, los resultados de 2022 revelan serias deficiencias en la respuesta y solución de los problemas planteados por los ciudadanos.
Durante una reunión con funcionarios del Departamento de Atención a la Población del Palacio de la Revolución, se conoció que se atendieron un total de 684,976 casos recibidos por diversas vías, según reporte del periódico oficialista Granma.
Entre las principales reclamaciones se encuentran viviendas, terrenos, atención médica, morosidad en la actuación contra ilegalidades y la falta de agua.
Además, se presentaron quejas sobre los apagones, dificultades para comprar artículos de primera necesidad en tiendas de las cadenas Caribe y Cimex y el descontento por los montos de las pensiones y los altos precios de productos básicos y servicios.
La jefa del Departamento de Atención a la Población del Palacio de la Revolución, María del Carmen Cedeño Rodríguez, destacó algunos factores que afectan el desarrollo de esta labor.
Responsabilizó al personal encargado de dar respuestas a los reclamos de la población y los tildó de insensibles, faltos de humanismo y profesionalidad. También reconoció que se dan respuestas tardías e insuficientes a los planteamientos. y que hay deficiencias en la atención a los segmentos poblacionales más vulnerables.
Además de estas deficiencias humanas, se identificaron dificultades estructurales, tecnológicas y materiales que obstaculizan el desarrollo de la labor de atención a la población. Se reconoció la falta de un sistema informático único a nivel nacional que facilite la interacción entre los ciudadanos y las autoridades, así como la obtención de respuestas e información en línea.
El primer ministro hizo hincapié en la necesidad de superar la burocracia que aún prevalece en los trámites y en la importancia de establecer sistemas de trabajo eficientes para garantizar el mandato constitucional de atender y dar respuesta al pueblo. Sin embargo, los resultados presentados en este balance demuestran que aún queda mucho por hacer en este sentido.
Estas deficiencias en la atención a la población reflejan la falta de eficiencia y capacidad de respuesta del Gobierno cubano frente a las necesidades y preocupaciones de sus ciudadanos. Es fundamental que las autoridades cubanas asuman con seriedad y responsabilidad la obligación constitucional de atender y solucionar los problemas de la población, estableciendo mecanismos eficientes y transparentes que garanticen una verdadera atención y respuesta a los ciudadanos. Solo así se podrá construir una sociedad más justa y próspera para todos los cubanos.
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