La represión del 11 de julio de 2021 en Cuba no solo alcanzó a casi 2000 manifestantes que en los días posteriores a las protestas padecieron detenciones arbitrarias en toda la isla, sino también a influencers y youtubers que a través de sus redes sociales mostraron al mundo la verdadera cara del régimen.
Muchos de ellos debieron abandonar el país en los meses siguientes y enfrentarse al exilio forzoso.
A dos años de las históricas manifestaciones los mecanismos de represión y censura se han expandido a casi cualquier ámbito de la realidad cubana, lo que se evidencia en las recientes salidas del país de youtubers como Hildina, acosada por mostrar la pobreza en varias regiones de la isla; y Duanys Moreno, el cubano que transmitió los primeros reportes del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
El encarcelamiento del joven cubano Yoan de la Cruz, el primero en transmitir las protestas en San Antonio de los Baños en la mañana del 11 de julio, evidenció que el régimen estaba dispuesto a ir detrás de quien lo pusiera en evidencia.
Asimismo, el anuncio del Decreto Ley 35, una herramienta legal ideada por el Gobierno un mes después de las protestas para restringir la libertad de expresión en internet a los ciudadanos de la isla, oscurecieron el panorama para los jóvenes que usaban las redes para exponer sus inquietudes y críticas a la política cubana.
Influencers, youtubers y tuiteros cubanos, vinculados o no a las protestas, debieron abandonar la isla por amenazas, continuas citaciones, detenciones arbitrarias, represión policial y la censura.
En el listado podemos encontrar a Carnota, Frank Camallerys, Dina Star, Anita con Swing, Emma Style, Clau Tropiezos, Klaudia y Frank el Makina, Víctor G., Yoliene, David Miguelín, Kristoff Kriollo, El Kende de Cayo Hueso, Jancel Moreno, Hildina, Yoliska Navarro (conocida como Yoliene), Duanys Moreno, y muchos más.
Casi todos han padecido estrés postraumático luego de salir de Cuba y enfrentarse al exilio forzado, muchas veces sin demasiados recursos.
Según relataron algunos de estos creadores de contenido en un reportaje de Telemundo 51, con pocos recursos y una conexión a internet débil se lanzaron a exponer la realidad cubana como una alternativa para mostrar la imagen que el gobierno cubano no presenta en sus medios de comunicación.
Enfrentados a precios altísimos por una conexión lenta e intermitente, comenzaron a narrar la vida cotidiana de los cubanos, las condiciones de vida, las dinámicas sociales, algo que llamó la atención del régimen, que no dudó en cortar su acceso a WIFI o amenazar con multas y cárcel a algunos.
Rosanne Sánchez, conocida por su canal Rosy Tv, explicó Telemundo que luego de grabar los videos con su celular, acudía a un parque para conectarse a internet y podía tardar hasta tres y cuatro horas por un video de menos de 1 gigabyte.
Tanto ella como Frank Camallerys -Camallerys Vlog- y otros comenzaron a temer las posibles represalias del régimen que perseguía el contenido de sus clips.
La Seguridad de Estado amagó con decomisarles los medios y los citaba a ellos o a sus allegados por el contenido publicado.
Según expresaron, a pesar de no poder monetizar su trabajo por las dificultades para cobrar muchos de ellos continuaron exponiendo en la plataforma la crítica a la realidad cubana.
Los youtubers, que ganan entre 0.5 y 6 dólares por cada 1,000 vistas de un video, algunas veces llegaban a los 15 o 20 dólares, en sus inicios, pero muchos videos también podían ascender hasta 3,000, y debían recurrir a una tercera persona fuera de Cuba que recibiera el pago y luego se los hiciera llegar.
Entre la censura, las dificultades de conexión y los problemas para cobrar las ganancias, muchos se vieron forzados a exiliarse, explicaron.
Adiano, quien creó la página Come Pizza, aseguró que hace dos años el hostigamiento de la policía política se endureció y se vio obligado a irse del país.
Actualmente, los que continúan en la isla siguen padeciendo el acoso de los agentes que censuran sus videos.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: