Maritza Gómez, la madre del fallecido lanzador cubano de Grandes Ligas, José Fernández lo recordó en el que hubiera sido su 31 cumpleaños y dijo que la luz de su hijo brilla en su corazón cada día.
“Aunque no estás aquí para celebrar tu cumpleaños, sé que estás presente en espíritu y siempre estarás en mi corazón. En la vida la pérdida de un hijo es una de las experiencias más dolorosas que cualquier madre puede experimentar”, escribió la mujer en un post de Facebook.
Gómez agradeció además a todos a los que se acordaron del pitcher cubano en este día.
“Aunque mi hijo ya no está conmigo en persona, su recuerdo siempre está y estará presente en mi corazón y en mi memoria y en la de todos aquellos que en este día me han enviado de una forma u otra su sentir”, dijo
“Eres y siempre serás mi hijo. Te extraño más de lo que las palabras pueden expresar. Tu vida fue un regalo para el mundo y siempre estaré agradecida por el tiempo que tuvimos juntos”, concluyen sus emocionantes palabras.
Gómez recuerda a su hijo en las redes siempre en las fechas de su cumpleaños o el aniversario de su muerte.
El pasado año en esta fecha, la madre del estelar pitcher cubano, que perdió la vida en un accidente marítimo en Miami Beach el 25 de septiembre de 2016, dijo que su hijo había sido una persona maravillosa y querida por todos los que lo conocieron.
En septiembre de 2021, cuando se cumplieron los primeros cinco años del accidente que terminó con la vida de Fernández, su madre y otros familiares acudieron al lugar donde ocurrió.
En esa oportunidad compartieron imágenes del tributo, en el que se puede ver a las personas que acudieron vistiendo un pulóver con el apellido Fernández y el número 16 en el dorso, pues era ese el que usaba el jugador en el equipo de los Miami Marlins.
José Delfín Fernández Gómez murió a los 24 años junto a sus amigos Eddy Rivero, de 25, y Emilio Macías, de 27.
Por su destreza natural y los logros en el deporte que acumuló en sus pocos años muchos consideran que hubiera podido llegar a ser el mejor lanzador cubano en la historia de Grandes Ligas.
Su trágico deceso llenó de dolor a la afición beisbolera y a toda la ciudad de Miami. Se había ganado el cariño de los aficionados por sus condiciones, su pasión por competir y su carácter alegre y carismático.
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