Las familias damnificadas del derrumbe ocurrido durante la noche del pasado 3 de octubre, en el que murieron tres personas, fueron trasladadas a un local en pésimas condiciones en La Habana.
Un video enviado al periodista cubano Mario J. Pentón deja ver el estado de abandono, suciedad, destrucción y acumulación de basura que impera en el local cedido por las autoridades cubanas a los damnificados.
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“El gobernante [Miguel] Díaz-Canel les prometió ‘toda la ayuda’ tras desplomarse su edificio y perder sus viviendas. Populismo y sentimentalismo barato. Tras dormir por días en una escuela, las familias damnificadas de Lamparilla 368 han sido trasladadas a un local de Cuba Tabaco en pésimas condiciones y amenazadas para que no cuenten lo que sucede a la prensa independiente”, indicó Pentón en sus redes sociales.
Los residentes del inmueble colapsado, ubicado en calle Lamparilla No. 368, sabían que había peligro de derrumbe y avisaron de ello en repetidas ocasiones a las autoridades. Sin embargo, no abandonaron sus hogares porque no tenían a dónde ir y estas no les ofrecieron ninguna solución.
En el antiguo edificio residían 13 núcleos familiares y un total de 54 personas. Tras el derrumbe, que costó la vida a dos bomberos y un anciano cubano, todos fueron alojados en una escuela colindante donde pasaron tres días en condiciones precarias, sin camas, colchones, enseres personales y con los niños durmiendo en el suelo.
Aunque reconoció que en el albergue transitorio les habían dado alimentación y atención, una madre denunció las inhumanas condiciones en las que se encontraban.
“Nos tienen tirados en el piso, sin al menos una colchoneta para que esos niños duerman”, dijo Susana Pérez. La joven madre afirmó que permanecían allí, “sin una respuesta”, y que las autoridades les exigían que “busquemos donde refugiarnos, porque mañana en la mañana la escuela debe de continuar con su jornada”.
En declaraciones ofrecidas a Pentón, la madre dijo que no tenían dónde vivir, ni acceso a sus hogares o posibilidad de recuperar sus pertenencias. “Estamos en una escuela albergados, sin nuestras pertenencias, no tenemos nada. Sí nos han dado comida, sí nos han dado ayuda, pero no tenemos dónde vivir y necesitamos ayuda por favor”.
Al parecer, la ayuda que ofrecieron las autoridades fue la de realojarlos en un local de Cuba Tabaco, empresa que desde 2019 forma parte de la estatal Tabacuba, monopolio que dirige el antiguo “zar de las reformas económicas” del régimen cubano, Marino Murillo Jorge.
El 28 de julio una familia del edificio colapsado denunció que vivían en peligro de derrumbe y las autoridades ignoraban sus reclamos. CiberCuba alertó sobre peligroso estado del edificio colapsado en una nota publicada poco antes de la tragedia.
El derrumbe del edificio de Lamparilla, cerca del Parque del Cristo, ha causado conmoción en el país. En el siniestro perdieron la vida tres personas, dos de ellas, miembros del Cuerpo de Bomberos: Yoandra Suárez López, de 40 años, técnica en rescate y salvamento, con más de 11 años de experiencia; y Luis Alejandro Llerena Martínez, de solo 23 años, rescatista profesional. La tercera víctima mortal fue el anciano Ramón Páez Frómeta, de 79 años, quien se encontraba en el lugar al momento de ocurrir el siniestro.
Imágenes que circularon en las redes sociales, tomadas por vecinos de la zona, sobrecogieron a la opinión pública por su crudeza, al mostrar el derrumbe gradual de partes del edificio, que finalmente dejó sepultadas a varias personas bajo los escombros. Dos víctimas sí pudieron ser rescatadas con vida y permanecen hospitalizadas.
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