El gobierno cubano decidió suspender las llamadas asambleas de rendición de cuentas que tendrían lugar entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre debido a la crisis de combustible.
“Teniendo en cuenta la situación que atraviesa nuestro país, con la generación eléctrica, el uso de combustible y la afectación de servicios vitales para la población, que pudiera afectar el cumplimiento de los objetivos del citado proceso de rendición de cuenta; el Consejo de Estado ha decidido posponer su realización para el primer trimestre del próximo año”, se lee en un comunicado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En su lugar, en lo que resta de año, el gobierno cubano liberará “de sus funciones laborales a los delegados, cuya actividad laboral lo permita, para que “incrementen su vínculo y atención permanente con sus electores”.
Estas asambleas son lo más cercano a un mecanismo de participación democrática en un país controlado por un partido único. Sobre todo, se trata de catarsis donde los ciudadanos plantean los problemas de la comunidad a los delegados municipales, quienes generalmente no tiene poder real para cambiar las circunstancias de sus electores.
La suspensión de las reuniones de rendición de cuentas en todo el país fue tomada por el Consejo de Estado, que es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder Popular que la representa entre uno y otro período de sesiones y que además ejecuta los acuerdos de ésta.
No obstante, El Consejo de Estado no es un órgano independiente. En Cuba el presidente, vicepresidente y secretario del Parlamento ejercen estos mismos cargos en el Consejo de Estado, que es el que adopta decretos ley. Estos deben ser ratificados por la Asamblea Nacional que dirigen ellos mismos.
La profunda crisis energética que atraviesa Cuba ha detenido una vez más el funcionamiento de instalaciones y eventos.
La pasada semana se conoció, por ejemplo, que el gobierno de Las Tunas anunció medidas que restringen la transportación de pasajeros en la provincia por la falta de combustible.
Una de las medidas que tendría un mayor impacto en la limitación de la movilidad de la población es la reducción “considerable” de las rutas de ómnibus, a un solo vehículo por cada una.
En Villa Clara, la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV) suspendió las actividades presenciales en los primeros días de octubre.
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