Vecinos de un edificio de La Habana Vieja enviaron una carta abierta al gobernante Miguel Díaz-Canel en la que denuncian el peligro al que están expuestos debido a que diariamente entra gente y se lleva las vigas y tablas que sostienen el inmueble, que está en peligro de derrumbe.
Los remitentes son cinco familias que viven en la azotea de un edificio sito en la calle Zulueta 702, donde radicaba la empresa Cubatabaco.
Ellos alegan que la dueña posterior, la Empresa Mayorista Provincial de Alimentos (EMPA) 1, no le importa el edificio, pues pese a las numerosas las quejas no ha hecho nada, y la EMPA 2, ocupante actual, dice que no tiene responsabilidad en el tema.
"A la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, se le escribió en febrero de este año y no responde. El viceministro primero Yosvany Pupo acudió al inmueble y nada. Comisión creada por el MINCIN y el OSDE de alimentos y nuevamente, nada", detalla la misiva.
Los vecinos refieren que el año pasado hicieron la correspondiente denuncia a la policía, y que la archivaron por falta de elementos, cuando es sabido que las carpinterías de los alrededores están llenas de la madera del edificio.
En su publicación en Facebook, comparten fotos de los daños que presenta la edificación debido a los numerosos robos en la estructura.
"¿Dónde está la investigación policial? Todo esto es de conocimiento del Partido, del gobierno, de la policía, del Ministerio del Comercio Interior de Cuba , del OSDE de alimentos y no pasa nada. ¿Cómo pueden saquear una empresa estatal socialista, a la vista de todos?", cuestionaron.
"¿Qué tiene que pasar, que se nos derrumbe la casa, que se mate uno de nosotros bajando la escalera, que uno de los niños o ancianos se accidente? Esto no tiene nada que ver con el bloqueo de los Estados Unidos, es una muestra más de la corrupción interna que hay en nuestro país", añadieron.
Por último, los residentes acuden a Díaz-Canel como último recurso para que intervenga y se cumpla la ley.
Esta denuncia sale a la luz poco más de una semana después del trágico derrumbe de otro edificio de viviendas de La Habana Vieja donde murieron tres personas: un residente y dos rescatistas.
El hecho, que conmocionó al país, ocurrió en la calle Lamparilla, entre Villegas y Aguacate, donde vivían 54 personas en 13 núcleos familiares.
Días después, un vecino de la zona denunció que el derrumbe pudo haberse evitado, pero que las autoridades no respondieron a los pedidos de ayuda de la población.
"Evidente que se iba a caer. Soy el que alerté a todo el mundo hace cinco meses de que eso se estaba derrumbando, que salieran", dijo el hombre a Martí Noticias, sin revelar su identidad.
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