Anciana cubana vende cigarros para sobrevivir: "Esto no hay quien lo aguante"

La mujer de 65 años trabaja en una empresa estatal y en sus días libres vende cigarros y confituras, pero cada día menos. "El poco dinero que tiene la gente lo gasta en comida".

Heriberta Herrera Leyva © Captura de video de YouTube de NoticiasCubanet Cuba
Heriberta Herrera Leyva Foto © Captura de video de YouTube de NoticiasCubanet Cuba

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Este artículo es de hace 1 año

Una anciana cubana que ya está en edad de jubilación ha tenido que seguir trabajando y además, en sus días libres vende cigarros para sobrevivir.

"Si el salario no alcanza, la pensión menos", dijo a la agencia CubaNet Heriberta Herrera Leyva.


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Heriberta trabaja en una empresa estatal donde le pagan 2,600 pesos mensuales, una cifra que no le alcanza "ni para los gastos de una semana".

Como muchos compatriotas, tiene que buscar algún dinero más en el mercado informal, lo que supone caminar diariamente varios kilómetros "bajo un fuerte sol y un insoportable calor".

"Cuando descanso salgo a la calle y vendo cajas de cigarros y confituras", afirmó.

La anciana de 65 años padece de gota, una enfermedad que le produce dolor intenso e inflamación de algunas articulaciones. "A veces me dan crisis pero así trabajo. La gota ataca los cartílagos y no es fácil caminar", lamentó.

En los últimos meses, ha visto cómo su pequeño negocio va en declive, a tono con el empeoramiento de la crisis en el país.

"Hay menos clientes y poco dinero para comprar. Yo trato de vender la mayor cantidad posible en la primera quincena porque sé que en los últimos días del mes las ventas siempre bajan. El poco dinero que tiene la gente lo gasta en comida", aseguró.

La escasez de alimentos y el aumento de los precios es lo que más golpea a la señora.

"Limito mis gastos al máximo y el dinerito que logro ahorrar con mucho esfuerzo para ampliar el negocio después lo tengo que gastar para comprar comida. (...) Estamos trabajando solo para comer malamente", afirmó.

El hijo de Heriberta trabaja como bicitaxista y suele ayudarla económicamente, pero hay días en los que él tampoco gana nada.

"Le mandé un recado por si hizo algo de dinero que comprara unos plátanos para por lo menos hacer un fufú y ya. Si él no tiene dinero entonces hoy no comeremos. Esto no es fácil, esto no hay quien lo aguante", sentenció.

Son muchos los ancianos en Cuba a los que ni los salarios ni las pensiones les alcanzan y tienen que buscar cómo sobrevivir, en un contexto de inflación y de grave crisis económica.

En septiembre, el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) denunció el caso de una anciana de 74 años y su nieta en Sancti Spíritus, que sobreviven buscando plásticos y latas de cerveza y refresco en la basura para luego venderlos en las tiendas de materias primas y obtener algún dinero para alimentarse.

"Su chequera de 1,500 pesos no le da para vivir", detalló el ICLEP.

En julio, el usuario de Facebook Pedro Pablo Pérez Mendoza mostró en sus redes sociales una fotografía de un anciano cubano que sobrevive vendiendo libros en una calle de La Habana para poder comprar comida.

El señor se sienta en el suelo en la puerta de su casa, con los libros colocados en la acera frente a él.

"Todos los días, desde las 7 de la mañana más o menos, se sienta ahí, a vender libros. Son muchos los que pasan y le echan una ojeada a lo que vende, y lo mejor de todo es que este señor, al parecer, ha leído al menos casi medio libro de muchos de los que tiene en venta, ya que cuando tomas uno, te habla de este con entusiasmo y base", relató.

"No sé cómo ha sido en el pasado, no sé si tiene familia, no sé absolutamente nada de él salvo que vende libros para comer y que su mirada se clava en tu corazón", concluyó.

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