Tres eran las medallas de oro a las que aspiraba el boxeo cubano en los Juegos Panamericanos, pero su botín de despedida solo quedó en dos, que se complementaron con una de plata y otra de bronce, para quedarse por debajo de los pronósticos pre-competencia, tanto a nivel de disciplina deportiva como en el aporte al medallero general por países.
Arlen López (80 kg) y Julio César La Cruz (92 kg) lograron escalar a lo más alto del podio en Santiago 2023. Mientras que sus compañeros Saidel Orta (57 kg) y Fernando Arzola (+92 kg) se conformaron con segunda y tercera posiciones, respectivamente.
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“De antemano nosotros sabíamos, teníamos previsto que íbamos a enfrentar un torneo bastante riguroso porque hay equipos que ya vienen teniendo cierto tiempo concentrado como es el de Estados Unidos, el de Colombia, el de Brasil”, dijo Rolando Acebal, jefe del colectivo de entrenadores de la selección nacional cubana, al portal digital JIT.
Precisamente, estos tres países plantaron rivalidad a los cubanos durante el torneo. Las finales de Arlen y La Cruz fueron ante exponentes brasileños, cada una. En tanto, Orta perdió su encuentro decisivo con un representante de Estados Unidos y Arzola quedó a las puertas de discutir la medalla de oro al ceder en la semifinal contra el estadounidense Joshua Timothy Edwards.
“La política de ayuda económica de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo) ha permitido que muchos de estos atletas no emigren hacia el boxeo profesional y se mantengan en esta modalidad competitiva”, justificó el directivo en sus declaraciones.
La realidad es que con estos resultados se encienden las alarmas hacia eventos venideros, especialmente los Juegos Olímpicos de París 2024, para los que López y La Cruz acaban de conseguir cupos con sus respectivas victorias.
“Se presentaron aquí buenos boxeadores. Nosotros veníamos con una aspiración de obtener las tres medallas de oro. No logramos alcanzarlas, se alcanzaron dos, pero se demostró que sí se podía”, alegó Acebal.
El jefe de entrenadores tuvo palabras para reseñar lo que consideró injusticias del arbitraje en Santiago, que hicieron perder peleas como la de Alejandro Claro (48 kg), al inicio de las hostilidades en el boxeo, y del propio Orta en la discusión del metal dorado.
“Resalto estos dos combates porque son jóvenes figuras que vienen subiendo, que ya se les va notando sus posibilidades de encontrar ese camino victorioso y tener esa categoría de primera figura y tener resultados para el país”, argumentó.
No obstante, una disciplina como el boxeo que permitía sumar en grande en las justas continentales, dejó de ser territorio exclusivo de los cubanos.
El fracaso de Lázaro Álvarez (63,5 kg) también debilitó las expectativas en Santiago de Chile. “Que otra cosa no salió bien fue la derrota de Lázaro, que tenía pronosticado llegar a final, incluso obtener oro, por su experiencia, por su calidad, por su tradición, y fue eliminado en el primer combate contra un atleta que prácticamente ahora es que se está dando a conocer”, explicó Acebal.
En la justa continental de Lima 2019 Cuba solo perdió una de las nueve finales a las que llegaron sus representantes. Los pugilistas ganaron ocho medallas doradas para la selección cubana, que una vez más se hizo con el torneo panamericano, superando por dos los seis títulos alcanzados en la cita multideportiva de Toronto 2015.
En el palmarés histórico del boxeo a este nivel competitivo, Cuba es el líder por varios números, que ahora crecieron hasta los 100 oros contra 37 de Estados Unidos, el segundo.
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