La activista Diasniurka Salcedo Verdecia confirmó que se han iniciado los trámites legales para que el niño huérfano cubano Cristopher Olivera Santos (5 años) pueda viajar con una visa humanitaria a operarse fuera de Cuba.
El proceso legal para obtener todos los permisos es una verdadera odisea. La activista ha trabajado directamente con el abogado para conseguir cada documento que requiere este expediente, extremadamente sensible, por ser el caso de un niño huérfano, abandonado por su mamá, enfermo y cuidado por una anciana.
"El proceso de visa humanitaria a través del parole exige que el menor viaje con uno de los padres. En caso de viajar con terceros, debe ser con la persona que tenga la custodia legal a través del Tribunal. Después de tanto trabajo presentamos toda la documentación requerida al abogado", contó Diasniurka en Facebook.
En la lista de documentos refiere: "certificaciones de nacimiento del menor, de su mamá, así como el certificado de defunción del padre. Declaraciones de testigos y pruebas documentales. Resumen médico (...) y cartas de Mazzantini el torero".
Todavía falta que el Tribunal Provincial haga la vista oral "y rezar para que se pronuncie a favor de la abuela. Hemos tenido muchos contra tiempos, he pataleado infinidades de veces, como era de esperar, pero querer es poder y aquí estoy con un camión de paciencia hasta lograrlo", comentó Diasniurka.
"A todo esto le suman que los poderes para la confección del pasaporte son por la notaría, con la persona que lo trajo al mundo, la cual está ingresada. La historia sin fin", dijo la activista y aseguró que no va a rendirse, porque su "meta es que Cristopher coma por la boca".
Cristopher Olivera Santos lleva años esperando una operación para restituir los daños internos que padece por haber ingerido ácido. El niño se alimenta por sonda.
Siendo un bebé su madre lo abandonó y su padre se suicidó. Quedó al cuidado de su abuela, en un pueblito de Bayamo. Ha recibido ayuda y una mejor atención médica después de que su caso se publicara en Internet y decenas de cubanos denunciaron la precaria situación en que vivía.
Muchas personas se solidarizaron con este cariñoso niño, lleno de optimismo y feliz, a pesar de tanto dolor a su alrededor. Cubanos dentro y fuera de la isla le enviaron donaciones. Diasniurka viajó hasta Bayamo para entregarle personalmente una casa que lograron comprar para él y su abuela cerca del hospital.
Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para mejorar la salud de Cristopher. Necesita una visa humanitaria para operarse fuera de Cuba, porque el régimen no es capaz de hacer frente a su crítica situación social y asegura no tener recursos para curarlo.
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