Afectados por el tornado que azotó localidades de la provincia de Artemisa el pasado 19 de octubre, recibieron una donación de enseres domésticos de manos de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
La tromba, que entró por el poblado costero de Playa Baracoa, causó severos daños en casas de la localidad. Los residentes de la zona, perteneciente al municipio de Bauta, reportaron en redes sociales que el fenómeno natural ocurrió sobre las 3 p.m.
En varias ubicaciones del poblado, sobre todo en La Loma, se registraron daños impactantes, principalmente en techos, puertas y ventanas de viviendas y otros inmuebles, y tanques de agua que volaron desde las cubiertas, según los habitantes de Playa Baracoa.
Un total de 117 viviendas sufrieron daños y cuatro se derrumbaron completamente al paso del devastador tornado que duró unos 20 minutos y afectó a la totalidad de las casas de la Loma de Carucho, según la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Este 1 de noviembre, los vecinos de dicha localidad vieron llegar la caravana de los CDR, junto a mensajeros del proyecto “A Cuba hay que quererla”. Con decenas de hogares afectados en sus estructuras, los cederistas llegaron hasta la Loma de Carucho con “donaciones de compatriotas”.
“Hasta Loma de Carucho, en Playa Baracoa, Bauta, zona azotada por un tornado, llegaron hoy el proyecto ‘A Cuba hay que quererla’ y los CDR, con donaciones de compatriotas para familias afectadas”, dijo en sus redes sociales el coordinador de los CDR, el ex espía de la red avispa Gerardo Hernández Nordelo.
Imágenes compartidas en su publicación dejaron ver a miembros de la organización repartiendo las donaciones entre los vecinos. Sin embargo, ni la publicación ni las imágenes especificaron el contenido de las donaciones.
Salvo una instantánea que mostró la donación de espejuelos que realizó el taller de reparación de espejuelos PDL V´C Vázquez, que trabaja de conjunto con otras Mipymes, como Producciones Amelia.
Cubiertas, ventanas y puertas no llevaron los CDR a la Loma de Carucho, pero Hernández Nordelo estará orgulloso de esa ayuda que coordina junto a “actores económicos no estatales”, su última invención para mantener viva una organización improductiva, cuya única finalidad es la de vigilar y extender a cada puerta la represión del régimen totalitario cubano.
Espejuelos sí repartieron entre los damnificados, no se sabe por qué, pero repartieron. Y extendieron banderolas de los CDR y en contra del “bloqueo”, y se pusieron otra medalla con la propaganda de “querer a Cuba”, mientras el tornado de la “continuidad” sigue arrasando con el país, las casas y las familias cubanas.
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