El adoctrinamiento se mantiene entre las prioridades de Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que este domingo se desplazó hasta Punta Brava para rendir un “emotivo homenaje a Fidel”.
Como si el tiempo no hubiera pasado, y la llamada “continuidad” del gobernante Miguel Díaz-Canel tuviese toda la impronta del fallecido dictador, los cederistas “agraciados” con la visita del coordinador nacional se entregaron a cánticos, bailes y representaciones en honor al dictador fallecido hace siete años.
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“Estamos en la Zona #131 de los CDR de Cuba, en Punta Brava, La Lisa, donde los cederistas han preparado un emotivo homenaje a Fidel”, manifestó en sus redes sociales Hernández Nordelo, adjuntando imágenes del “espontáneo” acto.
Con las viviendas de la zona “engalanadas” de multitud de recién estrenadas banderas de los CDR y enseñas nacionales, con grandes pancartas, equipos de sonido, estridencia de cantos “revolucionarios” y demás parafernalias de la propaganda del régimen, decenas de personas participaron del ritual de homenajear al Gran Líder.
Coros de niños, actuaciones, proclamas, consignas, y vivas a Fidel y la revolución: los CDR de Hernández Nordelo siguen erre que erre con el adoctrinamiento de las masas en su empeño de extraer de ellas el elíxir del “hombre nuevo”, o al menos el del “pueblo revolucionario”, un potingue que no acaba de cuajar ni con el paso de más de 60 años de totalitarismo.
A finales de octubre, Díaz-Canel pedía hacer viral la canción “Somos Palestina”, un “canto por la vida” en solidaridad con los palestinos. Y allá que salió corriendo Hernández Nordelo para Punta Brava, con sus banderas y equipos de sonido para que los cederistas de este aguerrido comité escenificaran el apoyo demandado.
El gobernante designado por Raúl Castro pidió hacer viral el tema, pero un video colgado en las redes sociales del coordinador nacional de los CDR mostró a un puñado de vecinos de La Lisa agitando banderitas cubanas y palestinas, con las linternas de sus teléfonos celulares encendidas, y el apático vaivén característico de los “actos de masas” del régimen cubano.
O Punta Brava es la circunscripción de Hernández Nordelo, o los vecinos de esa barriada del habanero municipio de La Lisa son militares y policías en su mayoría. Si no es así, el fracasado espía de la Red Avispa tiene por esos predios alguna flor predilecta por la que es capaz de movilizar toda la infraestructura de los CDR, con tal de libar las mieles del adoctrinamiento entre actos y efemérides.
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