EE.UU. reitera pedido de liberación de los presos políticos en Cuba

Con el trasfondo de la muerte en prisión del manifestante del 11J, Luis Barrios Díaz, Estados Unidos alertó nuevamente sobre “el tratamiento inhumano” que estos reciben en prisión.

El artista y preso político Maykel Osorbo y Brian A. Nichols © Facebook Maykel Osorbo 349 - X / @WHAAsstSecty
El artista y preso político Maykel Osorbo y Brian A. Nichols Foto © Facebook Maykel Osorbo 349 - X / @WHAAsstSecty

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Este artículo es de hace 1 año

Estados Unidos reiteró a las autoridades cubanas su pedido a favor de la liberación de los presos políticos que permanecen en las cárceles del régimen.

Así lo manifestó este miércoles el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, a través de una publicación en sus redes sociales, en las que instó al régimen de La Habana a liberar a los más de mil presos de conciencia que mantiene encarcelados.


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“Una semana después de la trágica muerte del manifestante del 11J, Luis Barrios Díaz, estando detenido, la comunidad internacional debe permanecer enfocada en el tratamiento inhumano y terribles condiciones que sufren los presos políticos cubanos. Hacemos un llamamiento al gobierno cubano para que libere a todos los presos políticos”, dijo Nichols a través de X.

Con el trasfondo de la muerte de Barrios Díaz, producto del descuido de sus obligaciones por parte de las autoridades y funcionarios penitenciarios, Estados Unidos volvió a exigir la liberación de los presos políticos, y alertó nuevamente sobre “el tratamiento inhumano” que estos reciben en prisión.

Barrios Díaz, de 37 años, murió en la tarde del 19 de noviembre en el Hospital La Covadonga, en La Habana, como consecuencia de complicaciones respiratorias.

El preso había presentado síntomas preocupantes desde agosto. Fue internado en la enfermería de la prisión 1580 de San Miguel del Padrón y más tarde trasladado al citado hospital para recibir atención especializada.

No obstante, a pesar de las advertencias médicas, las autoridades decidieron retornarlo a la prisión aludiendo a la falta de recursos para el traslado y vigilancia hospitalaria. Esa decisión conllevó a un deterioro crítico de su salud y al final, a su muerte.

Estamos indignados al conocer la noticia de la muerte del preso político del 11J, Luis Barrios Díaz, mientras estaba encarcelado en Cuba. Hacemos un llamado al gobierno cubano a que respete los derechos humanos de todos y todas, incluidos los derechos de los presos políticos y de las personas injustamente detenidas. Nadie debe ser encarcelado en Cuba ni en ningún lugar por expresar públicamente sus opiniones políticas”, dijo la Embajada de EE.UU en Cuba al conocer la noticia.

Estas declaraciones provocaron una reacción de la cancillería cubana. En una publicación en sus redes sociales, la subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada, afirmó que Estados Unidos “trata de utilizar este hecho para su politiquería engañosa”.

Además, acusó al gobierno etadounidense de “campeón de la indiferencia ante sus escándalos y abusos y los de sus aliados”, y añadió que “vuelve a hacer gala de la hipocresía, el doble rasero y la demagogia”.

La escandalosa muerte del manifestante del 11J tuvo lugar apenas horas antes de la llegada a La Habana del Representante especial de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos (DDHH), Eamon Gilmore, quien codirigió el IV Diálogo de DDHH entre Cuba y la UE, y tenía el encargo del Alto Representante, Josep Borrell, de “analizar la situación creada antes, durante y después de las manifestaciones y detenciones” del histórico y masivo estallido de protestas populares.

Durante su estancia, Gilmore sostuvo encuentros con representantes del régimen y sus “nuevos actores”, con familiares de cuatro presos políticos, y cerró la visita con una reunión con el gobernante Miguel Díaz-Canel, dejando una sensación de incertidumbre en la sociedad civil cubana acerca de sus insistentes reclamos sobre la situación de los presos políticos y sus familiares.

Tras la visita, Yindra Elizastigui Jardines, madre del preso político Luis Robles y una de las familiares que pudo reunirse con Gilmore, se declaró una huelga de hambre por la liberación de su hijo.

Esto lo hago por la libertad de mi hijo, por la libertad de todos los presos políticos cubanos que se encuentran injustamente encarcelados, que han sufrido de maltratos de todo tipo y también en representación de las familias que hemos sufrido”, aclaró en una transmisión directa desde su cuenta en Facebook.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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