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Autoridades de Holguín informaron que más de 7,400 cabezas de ganado se han perdido en ese territorio por hurto y sacrificio ilegal en lo que va de 2023.
Ramón Ortiz, jefe del departamento de Genética Animal y Pecuario, explicó que en los últimos años, el sector ganadero ha experimentado un preocupante aumento en los actos delictivos dirigidos contra el ganado mayor, generando graves consecuencias para la economía del país y la vida de los campesinos.
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"La provincia de Holguín cerró 2022 con más de 4.500 cabezas perdidas por hurto y sacrificio, y en lo que va de 2023 la cifra supera las 7.400", señaló en declaraciones citadas por el periódico Ahora.
Aparte de por este preocupante aumento de los delitos contra la masa ganadera, esta también ha decrecido por muertes por accidentes, malas condiciones del terreno para pastoreo, entregas a la industria y el sacrificio autorizado, explicó el especialista.
Sobre las causas detrás del robo y sacrificio ilegal dijo que están ligadas a condiciones económicas y financieras que afectan al país, que se agravan por la escasez de alimentos y fomenta, la aceptación de la compra-venta de carne proveniente de sacrificios ilegales, explicó.
Casi todas las provincias cubanas presentan cifras alarmantes sobre este tema. El Ministerio del Interior (Minint) en el municipio villaclareño de Placetas creó recientemente las llamadas "patrullas campesinas", para intentar frenar el creciente robo de ganado en ese territorio.
Los ganaderos cubanos se han quejado en los últimos meses del creciente hurto y sacrificio de sus animales por la acción de los matarifes, así como de la ineficiencia de la policía para enfrentar este fenómeno en el contexto de la grave crisis generalizada en el país.
En algunos territorios cubanos se han contabilizado promedios diarios de hasta 25 reses muertas. A esto se suma que otras miles mueren anualmente por desnutrición, según han reconocido las autoridades cubanas.
Denis Sixto Rodríguez, director general de la Finca Corralito, de la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos, en Pinar del Río, dijo que el incremento de matarifes en las zonas rurales deja a los campesinos sin poder pegar ojo, despiertos velando a los animales todo el tiempo y a expensas de ser ellos mismo víctimas de los ladrones.
Los campesinos se quejan de la ineficiencia policial. Consideran que es casi nulo en las zonas rurales y aseguran que en cada región todos saben quienes son las personas que se dedican al hurto y sacrificio, por donde mueven las reses y las zonas de matanzas. Sin embargo, "para llegar a cogerlos tienes que demostrarlo con pruebas".
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