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El Papa Francisco aprobó formalmente que los sacerdotes católicos bendigan a parejas del mismo sexo, aunque sin equipararlas al matrimonio, según un documento publicado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En un giro que supone un cambio radical en la política del Vaticano, Francisco argumentó que las personas que buscan el amor y la misericordia de Dios no deberían estar sujetas a “un análisis moral exhaustivo” para recibirlo.
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El documento de la oficina de doctrina del Vaticano detalla una carta que el Papa envió a dos cardenales conservadores, en la que sugirió que tales bendiciones podrían ofrecerse en algunas circunstancias, siempre que su ritual no se confunda con el del sacramento del matrimonio.
La decisión supone un cambio de postura respecto a la que la Congregación publicó en marzo de 2021 -dirigida entonces por el español Luis Ladaria Ferrer- que indicó que la Iglesia católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.
La "Declaración" publicada ahora lleva por título Fiducia Supplicans: sobre el sentido pastoral de las bendiciones y es la primera que la Doctrina de la Fe publica en los últimos 23 años, desde Dominus Jesus (2000).
Sin embargo, pese a la apertura de la bendición a parejas homosexuales, el Vaticano rechaza y califica de "inadmisible" cualquier "rito u oración que pueda crear confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio".
"No se debe ni promover ni prever un ritual para las bendiciones de parejas en una situación irregular, pero no se debe tampoco impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición", sentencia la Doctrina de la Fe en su "Declaración".
En el nuevo documento, el Vaticano dice que la Iglesia debe alejarse de “esquemas doctrinarios o disciplinarios, especialmente cuando conducen a un elitismo narcisista y autoritario según el cual, en lugar de evangelizar, analiza y clasifica a los demás, y en lugar de abrir la puerta a la gracia agota sus energías en inspeccionar y verificar".
Enfatizó que las personas en uniones -homosexuales o heterosexuales- “irregulares”, aunque no estén canónicamente casadas por la Iglesia, no deberían estar privadas del amor o la misericordia de Dios.
La bendición a parejas del mismo sexo o "irregulares", puede estar precedida por una "oración breve", en la que el cura puede pedir para los bendecidos "la paz, salud, un espíritu de paciencia, diálogo y ayuda mutua", concluye el documento.
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