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Los pronósticos económicos del régimen cubano suelen cumplirse en muy raras ocasiones, sin embargo los expertos del sector acertaron en predecir que la última zafra sería la peor de los últimos 125 años.
La recién concluida zafra 2022-2023 corroboró el vaticinio del régimen y, con sus 350,000 toneladas de azúcar, se convirtió en la peor cosecha desde 1898, cuando, en plena Guerra de Independencia, los ingenios de Cuba produjeron 300,000 toneladas.
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El dato confirma el retroceso brutal de un sector que llegó a ubicar a Cuba entre los principales exportadores de azúcar del mundo. De las 455,198 toneladas que el régimen cubano pretendía producir en esta zafra, solo se alcanzó el 77 % de lo planificado.
Invitado a comienzos de diciembre al programa televisivo Mesa Redonda, el director del Grupo Empresarial AzCuba, Julio Andrés García Pérez, explicó las causas de una debacle que tiene su origen con la privatización emprendida por el dictador Fidel Castro en los primeros años de la llamada “revolución”, y su punto culminante con la reducción de la capacidad industrial decretada por este en 2002, cuando ordenó desmantelar 120 de los 165 que estaban en funcionamiento por entonces.
Según García Pérez, la falta de organización para enfrentar el delito y las ilegalidades, la quema excesiva de caña, los años de explotación de los pocos centrales en funcionamiento, sumado al “bloqueo”, el “recrudecimiento” y la escasez de combustibles y demás obstáculos que esas políticas estadounidenses conllevan, han dado como resultado la peor zafra en 125 años.
La debacle de la industria azucarera provocó que en los meses de septiembre, octubre y noviembre del pasado año se distribuyera una libra menos de azúcar en la canasta familiar normada de cuatro libras por persona. Además, se dejaron de entregar 30,000 toneladas de azúcar a la industria alimentaria y se incumplieron los planes de aportar 24,647 MW de energía al Sistema Eléctrico Nacional.
Cuba consume entre 600,000 y 700,000 toneladas de azúcar anualmente, y tiene además comprometidas otras 400,000 toneladas en un acuerdo comercial con China. Ese compromiso exportador se incumplió, pero, según García Pérez la demanda nacional de aguardientes y alcoholes está cubierta.
En mayo de 2023, el director de comunicaciones de AzCuba, Dionis Pérez Pérez, reconocía que Cuba preveía exportar menos azúcar de la que se consume en el país. A comienzos de año, el directivo admitía que apenas 11 centrales de los 22 que debían estar moliendo producían azúcar en la campaña.
La baja disponibilidad de combustibles y las inclemencias del tiempo, junto a deficiencias técnicas en los centrales, que fueron detectadas de manera tardía, por no haberse contado con los lubricantes para las pruebas en las fechas planificadas, explicaban el fracaso de los planes del gobierno.
Pero estos planes vienen fracasando año tras año. En la campaña 2021-2022, la industria azucarera cubana produjo 474,000 toneladas de azúcar, para un 52% de cumplimiento del plan previsto. En la anterior (2020-2021) produjo 792,000 toneladas, el 66% del plan.
No obstante, según Pérez Pérez la próxima contienda será capaz de garantizar los consumos de la canasta familiar normada, así como los del consumo social, las empresas mixtas y otros sectores de la economía. ¿Podrá el gobierno del Dr. Miguel Díaz-Canel corregir tamaña distorsión?
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