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Médico cubano en España cuenta cómo escapó del régimen con ayuda diplomática

En la década de 1990 se negó a hacer una colaboración médica en Irak y el régimen le hizo la vida imposible en Cuba.

Dr. Eduardo Consuegra © Salamanca 24 Horas
Dr. Eduardo Consuegra Foto © Salamanca 24 Horas

El doctor Eduardo Consuegra, actual jefe de Pediatría del Hospital de Salamanca, en España, relató cómo fue su escape de Cuba tras negarse a colaborar en una misión médica durante el conflicto entre Estados Unidos e Irak.

En una entrevista para La Gaceta de Salamanca, el Dr. Eduardo Consuegra, narró los sucesos que cambiaron su vida en la década de 1990. Su historia de desafío y valentía frente al régimen cubano empieza cuando rehusó formar parte de un cuerpo médico destinado a apoyar a Sadam Hussein durante la 'Operación Tormenta del Desierto'.

La negativa del Dr. Consuegra de ser utilizado como parte de una estrategia política del régimen de Fidel Castro, que pretendía manifestar su solidaridad con Irak, fue interpretada como una "actitud contrarrevolucionaria".

Esta decisión marcó su destino en la isla. Fue marginado laboralmente, perdió el respeto de sus colegas y comenzó a sufrir una presión que iba in crescendo.

Sin embargo, el coraje y la firmeza de sus convicciones no le abandonaron. Empezó a colaborar con embajadas extranjeras en La Habana para ganar algo de dinero, empleando sus habilidades lingüísticas y médicas.

Los familiares de los pacientes que atendía en las embajadas de Canadá, Reino Unido, España y, finalmente, Estados Unidos, comenzaron poco a poco a valorar sus conocimientos médicos y su amistad.

La colaboración con funcionarios estadounidenses desató la furia del régimen, que lo acusó de "agente del imperialismo" y lo amenazó con graves consecuencias. La respuesta del médico a tales acusaciones fue desafiante.

"En la embajada americana tenían un montón de chiquillos que no sabían manejar porque su médico viajaba cada 15 días y no era pediatra. Me pidieron que les viera yo. Acepté, pero al cabo de un tiempo me citaron desde el Gobierno de Cuba. Me hicieron un interrogatorio como en las películas" narró Consuegra.

La Seguridad del Estado lo acusó de tener "contacto con el enemigo", pero él respondió que las personas con las que se reunía no eran enemigos, sino lo contrario.

"Me mostraron fotos en las que aparecía yo con miembros de la embajada americana. Mi respuesta fue que, en efecto, esos eran mis amigos, porque a mis amigos los elijo yo. La respuesta les sentó muy mal. Me amenazaron con invalidar mis títulos de especialista y con meterme preso", dijo.

Gracias a la colaboración de diplomáticos de las embajadas de España y Canadá, en una escena que parecería extraída de un thriller de espionaje, el Dr. Consuegra logró escapar de Cuba, siendo perseguido por la Seguridad del Estado hasta la escalerilla del avión.

En septiembre de 1996, acompañado por su familia y protegido por un pasaporte español, abordó el vuelo IB6620 con destino a Madrid. Al llegar a España recibió asilo político y asistencia de la Cruz Roja Internacional.

A partir de allí, el enfoque del pediatra cubano se dirigía en una sola dirección: homologar su título médico, lo que logró tras un exigente examen equivalente al MIR español. Su trayectoria profesional los llevó luego a hospitales en La Zarzuela, Canarias, Grupo Quirón en Barcelona y, finalmente, al Hospital de Salamanca.

Su historia evoca éxitos, pero también sacrificios y recuerda el precio de la libertad y el poder de la resiliencia humana.

Tras el exilio, el Dr. Eduardo Consuegra encontró en España no solo un lugar donde ejercer su profesión con dignidad sino también un segundo hogar. Dice no extrañar Cuba y vive feliz, integrado en la sociedad salmantina. De vez en cuando se reúne con la mayor parte de su familia cubana, pero en Miami. Nunca ha vuelto a su isla.

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