Una cubana, desde la provincia de Cienfuegos, afirmó estar en desacuerdo con el régimen castrista: “No quiero comida. Libertad es lo que quiero y un cambio total”.
“La vida de un cubano, de una madre, de un padre, es dolorosa y tormentosa. Te acuestas pensando en el mañana, en qué vas a llevar a los calderos, y no descanses mental ni física ni emocionalmente”, declaró al medio Martí Noticias.
Ella considera que Cuba es el país más crítico del mundo y vivir en esta nación: “Es lo más deprimente que hay. Es triste, es doloroso, es amargado”.
Su sentir, es el mismo de muchos que sobreviven en la isla, por eso el 17 de marzo Cuba expresó otra vez, y de manera espontánea, los deseos de un cambio.
Sin embargo, esta cienfueguera admitió que en su localidad, si bien hay deseos de lanzarse a las calles, también hay mucho miedo.
“Lo veo muy bien hecho, eso me da satisfacción aunque en mi localidad no se haga porque lo que hay es miedo más nada, porque la gente aquí quiere manifestarse pero lo que tienen es miedo a la represión, a que te lleven preso, a que te desaparezcan, que te multen”.
La señora dijo que mientras que en el poder estén los que están, no va a haber solución en Cuba: “Quisiera que esto cambiara total. Pero eso tiene que ser un cambio radical de gobernante, no como hacen en Santiago que están llevando carritos de comida para taparles la boca”.
La voz de esta señora se une a la muchos más que, como ella, están cansados de la crisis que vive el país.
Por eso el 17 de marzo el pueblo se lanzó a las calles y protestar contra el régimen cubano y su desastrosa gestión de la crisis económica, política y social que sumergen a la población en la miseria y la desesperación.
Esta nueva ola de manifestaciones tuvo el reparto Veguita de Galo, de Santiago de Cuba, como epicentro, pero se extendió a diferentes partes del país.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) responsabilizó al régimen castrista de crear y mantener la situación caótica que vive la nación, que consideró el detonante de las manifestaciones del domingo último.
En el VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, la organización denunció que "el 88% de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13% más que en 2022".
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