Un total de trece cubanos del municipio Placetas, en Villa Clara, fueron detenidos mientras transportaban en un ómnibus Yutong 1,614 libras de queso que iban a vender en La Habana, según informó el perfil oficialista de Facebook “Fuerza del pueblo”, que calificó de “acaparadores” a los implicados.
La citada fuente detalló que en la madrugada de 21 de marzo agentes del Ministerio del Interior (MININT) de Placetas realizaron un operativo en una guagua que interceptaron cuando iba en Fomento en la que ocuparon el queso.
“La PNR detuvo a 13 acaparadores que se dedicaban a trasladar el producto, semanalmente, hacia la capital para su comercialización violando lo estipulado en los convenios con entidades estatales, para garantizar la leche a los niños”, precisó Fuerza del pueblo.
Según la citada fuente, el queso intervenido fue entregado íntegramente por el MININT a la Empresa de Productos Lácteos (ECIL) “para optimizar su calidad” y destinarlo “al consumo social”.
En el segmento final, la publicación dijo que “una vez más el MININT cumplir con lo establecido y preserva las garantías del pueblo en protección de los más vulnerables”.
En el apartado comentarios numerosos internautas reaccionaron indignados y recordaron que el gobierno no vende queso alguno a la población a un precio razonable.
“¿Acaparadores? Dios mío y ¿no les da pena poner esas publicaciones? Si le vendieran el queso a la población a un precio justo y hubiera suficiente para cada vez que quisieran, estas cosas no pasaban, pero además gracias a ese pobre que buscaba con sacrificio el queso, la gente podía medio comer”, observó un internauta.
“El gobierno no vende queso. Dejen que la gente venda y verán cómo toda mejora. Es queso, no es nada malo”; “Consumo social, ¡qué descaro!”; “¿Tendrán cara? Así es como único comemos queso. El del Estados es en MLC”, fueron otras opiniones.
“Ese queso era destinado a cambiarse por combustible. Los habaneros necesitan comer y nosotros necesitamos viajar. Es un cambio justo”, observó una mujer.
En el ámbito opuesto alguien opinó que desviar la producción que se ha contratado con el Estado, muchas veces en tierras arrendadas al estado, es un delito.
Sin embargo, un campesino protestó y explicó por qué ellos se ven obligados a hacer cosas así.
“Eso no es vivir del sudor de los demás, eso se llama necesidad porque a nosotros los guajiros el Estado nos paga ese queso a 72 pesos y en la calle nos lo pagan a 380 y 400. ¿A quién le vendería usted? Entonces, ese mismo queso que el Estado paga a precio bajo, ellos lo venden después a un precio similar al de los revendedores”, se quejó.
Un comentarista apoyó ese punto de vista y acotó que los guajiros le venden el queso al Estado a 72 pesos la libra, pero la realidad es que luego van al pueblo a comprarse un par de zapatos y les cuesta como a cualquiera.
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