El Gobierno cubano ha advertido, durante la reunión mensual de su Consejo de Ministros, que existirán dificultades con el abasto de la azúcar normada a la población, esto como consecuencia de las deficiencias en el desarrollo de la actual zafra.
La contienda, según el ministro de Economía y Planificación de la isla, Joaquín Alonso Vázquez, ha estado marcada por bajos rendimientos industriales y cañeros, a lo cual se han unido las afectaciones por déficit de combustible y otros temas de carácter organizativo, en los cuales, el funcionario no ahondó.
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En su divulgación de la mencionada reunión, el oficialista diario Granma expone que Alonso Vázquez aseguró que “aun cuando en los últimos días se ha logrado ir recuperando el nivel de producción de azúcar, lo alcanzado pone en tensión el cumplimiento del plan y, con ello, la distribución de azúcar de la canasta familiar”.
Esta última cuestión fue reafirmada por Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, quien definió que los mayores efectos que dejan los malos resultados de la zafra hasta la fecha van a repercutir en el aseguramiento de la canasta familiar normada, cuestión que impacta negativamente en el abastecimiento de este producto a la población.
Asimismo, “comentó que desde el punto de vista económico y financiero varias de las empresas que hacen zafra en estos momentos tienen pérdidas asociadas tanto a ineficiencias como a inestabilidad de la molida”.
La estrategia planteada por ese organismo, explica mucho de las condiciones a la que se enfrenta esta deprimida industria cubana, la cual se proyecta metas “inalcanzables” en condiciones de trabajo paupérrimas, por tanto, según este funcionario decidieron “moler hasta que el tiempo lo permita en determinadas zonas donde es posible hacerlo, con el propósito de recuperar los indicadores del plan de la economía vinculados a la producción de azúcar”.
La industria azucarera cubana ha experimentado un retroceso sustancial comparado con los números que ubicaban a la isla entre los mayores productores a nivel mundial.
Precisamente, la contienda de 2022-2023 fue la más inferior de los últimos 125 años. Con sus 350,000 toneladas de azúcar, se convirtió en la peor cosecha desde 1898, cuando, en plena Guerra de Independencia, los ingenios de Cuba produjeron 300,000 toneladas.
De hecho, apenas 11 centrales de los 22 que debieron estar moliendo en la actual zafra que comenzó el pasado 6 de diciembre, producen azúcar en Cuba.
Los centrales que muelen actualmente son el Boris Luis Santa Coloma, de Mayabeque; Heriberto Duquesne y Quintín Bandera, de Villa Clara; 14 de Julio y Ciudad Caracas, de Cienfuegos; Melanio Hernández, de Sancti Spíritus; Siboney, de Camagüey; Cristino Naranjo, de Holguín; Dos Ríos, de Santiago de Cuba; Enidio Díaz Machado, de Granma, y Argeo Martínez, de Guantánamo.
Recientemente, una pregunta en el grupo de Facebook “Madres cubanas por un mundo mejor”, en donde una de las integrantes se interesaba en saber: “¿Qué hacen las madres cubanas por estos días para endulzar la leche u otras cositas de nuestros niños?”, avivó un intenso debate sobre el tema.
Las respuestas a esta interrogante aportaron varios puntos de vista, desde aquellos que expresaron que el azúcar era dañina para la salud, otros que se enfocaron en las "otras cositas" a las que se refería, y aquellos que expresaron sus experiencias con la falta de este producto y la racionalización que deben hacer.
“Magia”, fue la contestación inmediata que hizo una madre, a la que apoyaron en su comentario “porque lo que dan en la bodega es una barita mágica... para que te la averigües como puedas”, aportó otra usuaria.
Otra de las internautas agregó que ella el azúcar de la casa se la deja íntegramente a su hijo. “Los adultos tomamos refresco de paquetico. Nada y así tiro el mes”.
Mientras, una de las madres que hizo ver su experiencia dijo que ella utilizaba miel. En cambio, otra persona narró que pagó 300 pesos cubanos por una libra de azúcar blanca.
Las experiencias disímiles en un contexto que no parece nada halagüeño para el futuro más próximo, en tanto el régimen avisa a sus ciudadanos que la situación puede empeorar.
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