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Tal como estaba previsto, en la madrugada del 6 de abril cerró el Túnel de La Bahía en la senda Habana-Cabañas con el propósito de hacer varias y reparaciones y obras de mantenimiento, especialmente la sustitución de la primera rejilla, que es de importancia para la evacuación de las aguas.
En las últimas horas el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, publicó las primeras imágenes del interior del túnel durante la reparación, así como detalles de los trabajos que se están haciendo.
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“Esta rejilla tras el paso de los años se fue moviendo de su lugar original, razón por la que finalmente fue necesario colocar una plancha metálica. Con todos los recursos y las fuerzas constructoras en plena disposición, se iniciaron los trabajos de demolición de pavimento a las 00:00 horas, para comenzar la sustitución de la rejilla”, dice un informe de la directora general del Centro Nacional de Vialidad, Sandra Loureiro Rodríguez.
La demolición la realiza la Empresa de Viales de La Habana de conjunto con la empresa de Construcciones del Transporte.
La citada fuente informó que después que se demuela el hormigón, que sustenta hoy la rejilla, se pasará a la recogida de escombros, se retirará el material viejo, y se procederá a encofrar y limpiar para verter nuevamente el hormigón que dará solución el problema del deterioro de la zona de la rejilla.
Se dedicarán tres días para la demolición, encofrado y hormigonado, y posteriormente se esperarán siete días para la primera fase de fraguado del hormigón hasta la reapertura del túnel.
No obstante, una vez que se reabra el túnel, durante los primeros días se colocará nuevamente la plancha de protección sobre la rejilla con el objetivo de protegerla hasta el 5 de mayo, cuando se estima que alcance el fraguado definitivo de la entrada túnel.
El Ministerio de Transporte informó que la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas del Ministerio de la Construcción (ENIA-INVESCONS) será la encargada de hacer las pruebas requeridas al hormigón que determinan la reanudación del tránsito de vehículos.
Más allá de que la sustitución de la rejilla para la evacuación de las aguas es el principal propósito del actual cierre de una senda del túnel, se harán otras labores constructivas y de mantenimiento:
-Se ejecutarán tareas de bacheo con hormigón asfáltico caliente para tapar los huecos visibles en los 700 metros de la senda cerrada con mezcla suministrada por la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería #5 del MICONS.
-Se va a trabajar en el descorchado de los techos y la limpieza de sus aceros. En esas obras trabajarán tres Mipymes: Doctamel, Cobas Construcciones y EMCONAT.
Las dos primeras Mipymes se encargarán de la reparación de los aletones conocidos por ser los altos muros azules que dan la bienvenida al salir del túnel en dirección al peaje y al Morro Cabaña.
Cada una de las brigadas tendrá un régimen de 12 horas de trabajo. Cobas Construcciones, asumirá el horario nocturno y Doctamel lo hará durante el día.
-Se trabajará en la reparación de los muros, donde van a limpiar todas las zonas dañadas. Se tratarán con materiales de impermeabilización, se completará con cemento, se pintará y se dará el acabado final.
-Dentro del túnel, EMCONAT apoyará en la limpieza de las cinco baterías de rejillas, la reparación de los semáforos la limpieza de las paredes y el acondicionamiento del alumbrado del túnel.
-De forma adicional, se trabajará en la señalización horizontal, tarea que asume el órgano de Ingeniería del Tránsito, perteneciente al Ministerio del Interior (MININT).
La pasada semana la Comisión Provincial de Seguridad Vial La Habana anunció el cierre total en la circulación Habana-Cabaña del Túnel de la Bahía por acciones de reparación y mantenimiento de la importante vía subterránea y precisó las medidas organizativas de circulación vial que serán adoptadas a raíz del cierre.
Según lo explicado entonces, tendrán acceso al túnel solamente los vehículos del régimen especial de circulación, ello quiere decir ambulancias, bomberos y la policía.
También tendrán acceso “los vehículos de transportación de pasajeros relacionados con ómnibus de transportación pública y de empresas, servicio de taxis y ruteros y los porteadores privados debidamente identificados con la pegatina de servicio regular”.
La nota informativa añadió que el resto de los conductores podrán “utilizar como vías alternativas en su desplazamiento, desde y hacia el este, la Vía Blanca, la Ciudad Deportiva, Avenida 26, Avenida del Puerto y Anillo del Puerto”.
El anuncio tuvo lugar poco después de que el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informara sobre la situación del Túnel de la Bahía de La Habana.
En una extensa publicación en Facebook, el titular de Transporte anunció próximas acciones de mantenimiento en el tubo en el sentido Habana- Cabaña, al tiempo que se pronunció sobre las quejas acerca de goteo en el interior de la importante vía subterránea de la capital.
Sobre este último tema dijo que se realizaron estudios por parte de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA) del MICONS, el cual concluyó que el ciclo de goteo apreciado es similar al presentado en otros momentos en años anteriores.
Rodríguez Dávila añadió que, no obstante, será intervenido para su impermeabilización, aunque no está incluido en el mantenimiento que anunciado ahora porque requiere condiciones, materiales y asesoría especializada. Subrayó, además que el goteo observado “no representa por el momento peligro para la estructura y circulación actual del túnel”.
El Túnel de la Bahía de La Habana fue construido entre los años 1957 y 1958 por la empresa francesa Societé de Grand Travaux d Marseille, y se inauguró el 31 de mayo de 1958. Conecta La Habana Vieja con el este de la ciudad y permite el paso de unos 32 mil vehículos cada día.
Cuenta con dos tubos de hormigón reforzado, capaces de soportar toneladas de agua, su longitud alcanza los 733 metros y está formado por siete secciones de hormigón acopladas por uniones de acero. Se cubrió con piedra y hormigón para restaurar la superficie original del lecho marino y se encuentra a una profundidad entre 12 y 14 metros.
En sus más de 65 años de vida ha sido intervenido para mantenimientos en varios momentos, incluyendo una reparación capital en 2001, realizada por la misma compañía francesa que lo construyó.
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