La activista y opositora cubana Lucinda González Gómez denunció que ha recibido amenazas del régimen a través de amigos, vecinos y antiguos compañeros de trabajo, alertó este martes el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
González explicó que en reuniones tanto del sindicato como del partido, se han emitido amenazas de detención tanto para ella como para cualquier persona con la que tenga vínculos.
"Estoy consciente de que están planeando algo en mi contra", expresó la opositora, quien identificó en este patrón de actuación las tácticas habituales de hostigamiento utilizadas por los represores del régimen.
González reiteró que ella no ha cometido ningún delito: “Yo no soy asesina, tampoco terrorista, ni violadora de ningún derecho, no tengo doble moral como ustedes, represores”, señaló.
La opositora reiteró que ella defiende al ser humano y los derechos del pueblo, lo que le hace temer por su vida porque “ellos, metiéndome presa a mí, me pueden matar”.
“Ustedes me mataron a mi hija”, dijo González quien culpó al régimen por el deceso de Mónica Durán González por falta de atención médica. “Y si me matan a mí, será otro asesinato más”, denunció.
En el video, la señora remarcó que siempre será una opositora donde sea necesario y reiteró: “Yo soy de Cuba primero, de la Unión Patriótica de Cuba, de Escudo Cubano, yo soy de todo el que esté en contra de ustedes, dictadores”.
Además recalcó que su deseo es que el video llegue a todas las organizaciones protectoras de los derechos humanos “porque sé que ellos están tramando algo”, denunció González quien en otras ocasiones ha recibido las amenazas de los represores del régimen.
Sobre la manera de actuar del gobierno, alertó que primero ejercieron presión sobre el activista Luis Enrique López Torres para que hiciera una denuncia en contra de ella, “y él se negó porque yo no le he dado ninguna proclama”.
Las amenazas, el hostigamiento y la persecución son algunas de las herramientas que habitualmente emplean los represores del régimen para callar las voces de denuncias de las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
En ocasiones, son los familiares de los presos quienes se convierten en diana de esas tácticas.
Así le ocurrió a Eradis de la Rosa Ferrer, madre de Yoennis Domínguez de la Rosa, quien cumple condena en prisión por filmar los disturbios tras la violación de una niña en Santiago de Cuba en 2020.
La señora denunció que oficiales de la Seguridad del Estado (SE) y de la policía irrumpieron en su vivienda en marzo último.
“Ellos querían llevarme para el sector para que yo fuera a declarar, en ese momento yo me negué porque realmente no sabía de qué se me acusaba”, denunció.
También en Santiago de Cuba, la SE amenazó a Marineisy Martínez Villalón, esposa del preso político Eider Frómeta Allen, con quitarle la custodia de sus hijos.
La mujer señaló que el policía la amenazó y le dijo que le haría seguimiento "porque tú estás con un contrarrevolucionario", y ella le respondió que "cuando volviera a citarla que lo hiciera con dos o tres días de antelación para llevar a su abogado".
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