Un grupo de 18 balseros cubanos fueron rescatados tras lograr desembarcar en una isla deshabitada en los Cayos de Florida.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, junto con oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Guardia Costera del Sudeste, respondieron al desembarco en Cayo Largo, Florida, este 23 de abril.
El grupo de balseros está compuesto por hombres y mujeres de diversas edades. Tocaron tierra en una pequeña y remota isla de los Cayos de Florida, tras superar una dura ruta migratoria, en busca de refugio y oportunidades de tener una vida mejor.
Fueron encontrados en condiciones de salud estables pero visiblemente exhaustos tras un peligroso cruce del Estrecho de la Florida, en una frágil embarcación.
Se ha reportado un aumento significativo en el número de migrantes interceptados en el mar o detenidos tras llegar a tierra en las últimas semanas. En este caso, la intervención de las autoridades estadounidenses se produjo como parte de las operaciones rutinarias en la región.
Esta tendencia al alza se atribuye a la creciente desesperación de los cubanos por escapar del régimen y buscar asilo político para salir de la prolongada crisis económica y social en la isla.
Los migrantes capturados en el mar son normalmente repatriados a Cuba. Las autoridades estadounidenses insisten en que sus fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal.
Este protocolo forma parte de las políticas de inmigración que buscan manejar el flujo de migrantes de manera segura y ordenada, aunque no sin controversia.
Este evento subraya los desafíos continuos en las políticas migratorias de Estados Unidos y la desesperación de quienes se aventuran a realizar travesías peligrosas en busca de un futuro mejor.
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