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Al menos seis turistas han muerto en lo que va de verano en las playas de Florida debido a las fuertes corrientes de retorno, conocida popularmente como resaca.
Las muertes de los bañistas ocurrieron en Panama City Beach, situada en el Panhandle en el Golfo de México, y en la isla Hutchinson, en la Costa del Tesoro, al sureste de Florida.
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Las autoridades del estado decidieron cerrar el domingo varias playas luego que los expertos meteorológicos emitieran alertas para el fin de semana y anunciaran que las condiciones peligrosas probablemente se mantendrán en los próximos días.
El primer deceso ocurrió el jueves, cuando un adolescente fue arrastrado por el oleaje en una playa de Panama City, lo sacaron vivo pero murió en el hospital.
Al día siguiente, sobre las 8:00 pm, tres jóvenes de Alabama fueron arrastrados por una corriente de resaca y murieron. Según el Departamento del Alguacil del condado de Bay, los tres fueron sacados del mar por separado y llevados al hospital, donde fueron declarados muertos.
El domingo otro nadador fue rescatado, se le administró reanimación cardiopulmonar (CPR) y sobrevivió.
Las otras dos víctimas son un matrimonio de Pensilvania que paseaba con sus hijos en la isla Hutchinson. Los hijos lograron nadar hacia la orilla, pero los padres fueron arrastrados hacia el Atlántico por la corriente de resaca. Según la Oficina del Sheriff del condado de Martin, fueron encontrados inconsciente y murieron en el hospital.
En abril, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia para los bañistas en Florida por clima seco, que se refleja en el impacto de los vientos del este y un alto riesgo de corrientes de resaca.
En la bahía se pronosticaron olas rompientes de aproximadamente una altitud de cinco a ocho pies, así como alto oleaje en el condado de Broward.
Más de 30 nadadores murieron después de encontrarse con corrientes de resaca en Florida en 2023 y más de la mitad de los hechos ocurrieron en el Panhandle.
A mediados del año pasado, una docena de ahogados por esta causa hicieron sonar las alarmas en las playas de Florida, donde los socorristas no daban abasto para evitar que la gente entrara al agua, a pesar de las advertencias de bandera roja.
Siete de las 12 muertes se produjeron en Panama City Beach.
Por esas fechas, más de 500 personas tuvieron que ser rescatadas en las playas del estado durante el fin de semana previo al 4 de julio y los días que siguieron.
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