El ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) de Cuba enseñó “músculo” en las redes sociales con un video en el que celebraron la combatividad del batallón fronterizo con la base naval de Estados Unidos en Guantánamo.
“Para orgullo de Eunomia, de su familia y de todos los cubanos, el nombre de Ramón López Peña honra hoy la vanguardia combativa de las tropas cubanas que salvaguardan el territorio nacional frente a la ilegal Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo”, afirmó el MINFAR este lunes en X.
La publicación mostró diferentes ejercicios y maniobras militares de los uniformados cubanos, incluidas las labores agrícolas a las que son destinados los soldados del Batallón de la Frontera, ubicado en la localidad guantanamera de Caimanera.
Un camión Ural de fabricación rusa con lanzadera de cohetes, un tanque y otro camión artillado fueron mostrados en veloces desplazamientos, con un fondo de música épica.
El video también mostró parte de la instrucción militar que reciben los soldados cubanos, su campamento y un platanal donde uno de ellos escardaba el surco de malas hierbas.
Las imágenes dejaron mucho que desear de la “vanguardia combativa” de las FAR y mostraron un equipamiento militar anticuado y casi obsoleto, además de unos soldados enclenques, mal vestidos y que a duras penas conseguían formar el batallón.
Resulta difícil de descifrar la intención del MINFAR al recordar de manera extemporánea a Ramón López Peña, el primer soldado cubano víctima de un disparo realizado por marines desde la Base Naval de Guantánamo.
El hecho, ocurrido al atardecer del 19 de julio de 1964, acabó con la vida del joven de 18 años, natural de Puerto Padre. Hermano mayor de otros diez, López Peña era hijo de los campesinos tuneros Andrés López y Eunomia Peña Pérez, quien vistió de miliciana al recibir la noticia, según relata la enciclopedia oficialista Ecured.
De hecho, el texto compartido por el MINFAR en su tuit está sacado del último párrafo de la ficha correspondiente al joven soldado.
Inmerso en un torbellino geopolítico por su alianza con la Rusia de Vladimir Putin, el régimen cubano continúa dando muestras de su fidelidad al Kremlin.
Declaraciones en el ámbito diplomático, facilidades para la contratación engañosa de mercenarios cubanos por parte del ejército ruso, apertura de puertos cubanos a buques de la Armada rusa, y constantes muestras de alianzas estratégicas en lo político, así como de cooperación en el ámbito militar, marcan la relación del gobierno de Miguel Díaz-Canel con su homólogo ruso.
Tras la llegada a La Habana de una flotilla naval rusa compuesta por un acorazado, un submarino nuclear y dos buques de apoyo, Estados Unidos envió a la Base Naval de Guantánamo al submarino nuclear USS Helena, que arribó el 14 de junio.
Se desconoce si el submarino nuclear permanece todavía en la Bahía de Guantánamo, o si partió al retirarse la flotilla rusa del puerto de la capital cubana. En todo caso, el MINFAR ha aprovechado todo el revuelo causado para mostrar su disposición y capacidad combativa. Bastante pobre, por cierto.
Pero las Fuerzas Armadas de Cuba se precian de estudiar a Sun Tzu. Si el estratega militar chino, autor del Arte de la Guerra, afirmaba que "la mejor guerra ganada es la que no se libra con armas", los militares cubanos adaptan su filosofía a sus gónadas y sus picos de testosterona.
De manera orgullosa reconocen que era "norma" en el Batallón de la Frontera "la valiente actitud que espontáneamente asumían los soldados cubanos [era la] de pararse firmes y serenos frente al enemigo y a sus proyectiles".
En febrero, un reportaje de la televisión rusa mostró la preparación que reciben las brigadas especiales de las FAR, conocidas como “avispas negras”.
“Pocas personas los han visto, pero muchos han oído hablar de ellos; en esta edición, hablaremos sobre una de las fuerzas especiales más cerradas y poco conocidas del mundo: la brigada móvil especial unida de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba”, indicó el canal de la televisión rusa en sus redes sociales.
En palabras del reportero, las “avispas negras” son capaces de realizar “actos de sabotaje en territorio enemigo”.
El énfasis en esta capacidad militar del ejército cubano vuelve a poner en primer plano el interés ruso de evidenciar su alianza con las tropas que dirige el ministro Álvaro López Miera, en un contexto de agudización del conflicto de Rusia con las potencias occidentales por la invasión de Ucrania.
A 90 millas de Estados Unidos, Cuba sigue estrechando su cooperación militar con Rusia mientras crece la tensión entre ambas potencias enfrentadas en el escenario de guerra ucraniano. También lo hace de manera ostensible con el régimen aliado de Bielorrusia, dirigido por el autócrata Alexander Lukashenko.
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