El régimen de Nicolás Maduro negó la entrada a Venezuela a una delegación del Partido Popular español que viajó este viernes a Caracas invitada a las elecciones presidenciales por la candidatura opositora de Edmundo González y María Corina Machado.
Los políticos españoles que integraban la delegación del partido de centroderecha fueron retenidos en el aeropuerto de Caracas, y se les dio la orden de volverse en otro vuelo con destino a Madrid.
“Me acaban de comunicar que la delegación del PP formada por 10 diputados, senadores y europarlamentarios está retenida en el aeropuerto de Caracas por el régimen de Maduro. Exijo su liberación inmediata y que el Gobierno de España ponga los medios necesarios a tal fin”, denunció en sus redes sociales, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular español.
La decisión del régimen de Maduro contrasta con el visto bueno recibido por otros políticos españoles, como el expresidente socialista y partidario de la llamada “revolución bolivariana”, José Luis Rodríguez Zapatero, o por el fundador del partido español de extrema izquierda Podemos, Juan Carlos Monedero, propagandista y asesor del chavismo.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de Maiquetía 'Simón Bolívar', el grupo de diez políticos conservadores españoles estuvo retenido durante unas dos horas, según Libertad Digital. Poco después se confirmaba la expulsión de la delegación, en lo que la diputada Cayetana Álvarez de Toledo calificaba de “una escena absolutamente grotesca y de dictadura de cuarta”.
“No se han atrevido a ponerlos por escrito, aunque se lo hemos pedido”, reveló la representante popular. “Han empezado por decir que habíamos votado a favor de las sanciones a Venezuela, pero no eran al país sino a los jerarcas del régimen… y eso fue en el Parlamento Europeo”, añadió.
Según Álvarez de Toledo, ante su pregunta de si esta decisión “era acorde con unas elecciones que el propio régimen declara que son libres y democráticas”, las autoridades del régimen de Maduro contestaron que sí, “que son libres y democráticas”.
“Les he dicho que eso era manifiestamente incompatible con la expulsión de una delegación invitada por la oposición”, relató la popular al citado medio.
Para Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP que integró la delegación, “el hecho de que nos hayan expulsado deja claras las intenciones [del régimen] de manipular las elecciones del próximo domingo”.
En un mensaje compartido en sus redes sociales, Tellado confesó que había “ocurrido lo que nos temíamos que podía pasar” y afirmó que “el tirano Maduro se ha comportado como lo que es”.
También Álvarez de Toledo publicó un mensaje en X con un vídeo en el que quiso "transmitir toda la fuerza y toda la esperanza" a los venezolanos que "se han movilizado de una manera heroica e histórica luchando por la democracia en su país".
Asimismo, dijo haberse comunicado con María Corina Machado. “Le he dicho que, igual que ella no tiene miedo, estoy segura que millones de venezolanos tampoco lo tienen”.
En ese sentido, les conminó a “que vayan masivamente a votar este domingo para que este país abra las puertas y las ventanas y seáis la nación libre y democrática, fuerte, próspera y vibrante que tenéis todo el derecho a ser”.
Además de la delegación del PP español, el régimen de Maduro impidió el viernes viajar a Caracas a cuatro expresidentes latinoamericanos que pretendían ejercer de observadores en las elecciones del domingo, invitados por la oposición.
El vuelo CM-223 de la aerolínea panameña Copa Airlines, que transportaba a cuatro exmandatarios a Venezuela, no pudo despegar del aeropuerto de Tocumen "por el bloqueo del espacio aéreo venezolano", aseguró el presidente panameño José Raúl Mulino en X.
La expulsión de observadores y testigos: Un clásico electoral del régimen chavista
En mayo de 2018, la Unión Europea (UE) dio a conocer que las elecciones en las que Maduro resultó reelecto con un alto nivel de abstencionismo, no cumplieron con los estándares internacionales.
La alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, denunció irregularidades y aseguró que los países que integran la Unión "considerarán la adopción de medidas adecuadas".
En un comunicado difundido, la Unión Europea destacó que "los comicios presidenciales y regionales (en Venezuela) se desarrollaron sin un acuerdo nacional sobre un calendario electoral y sin cumplir con los estándares internacionales mínimos para un proceso creíble".
"Grandes obstáculos a la participación de los partidos políticos de oposición y sus líderes, una composición desequilibrada del Consejo Nacional Electoral, condiciones electorales sesgadas, numerosas irregularidades reportadas durante el día de las elecciones, incluida la compra de votos, obstaculizaron unas elecciones justas y equitativas", enumeró Mogherini.
En diciembre de 2019, el régimen de Maduro comunicó su desacuerdo con que la Organización de Estados Americanos (OEA) observara el proceso electoral de 2020 en el país suramericano.
“Yo sospecho que toda la oposición va a estar de acuerdo en que no vaya la OEA”, dijo en rueda de prensa el entonces vicepresidente venezolano de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez Gómez.
“En la mesa de diálogo llegamos a una serie de acuerdos sobre auditorías en el sistema electoral y revisión del registro de votos en Venezuela y acerca de observación internacional”, explicó el dirigente chavista.
“Que sea lo más amplio posible, que observe Naciones Unidas, la Unión Europea, España. Acusaremos invitación a todos los organismos que de buena fe quieran asistir como observadores a las elecciones parlamentarias”, apuntó.
Por el contrario, para el vicepresidente venezolano, la OEA no era una organización multilateral de los países de América, sino que estaba dirigida a agredir a otros pueblos. “Es responsable directa del golpe de Estado perpetrado en Bolivia, que acabó de manera violenta con el gobierno de Evo Morales (…) Avala cualquier agresión contra cualquier pueblo de la región que decida ser libre”, expresó.
A finales de junio de 2020, Maduro dio 72 horas para que la representante en Caracas de la UE saliera del país, en una expulsión anunciada tras sanciones a un grupo de funcionarios venezolanos por parte del bloque comunitario.
Meses más tarde, Maduro ordenaba la expulsión de la nueva embajadora de la Unión Europea, Isabelle Brilhante, a quien le dio 72 horas para abandonar el país, en represalia contra las nuevas sanciones del bloque a 19 funcionarios del gobierno venezolano.
A finales de septiembre de 2021, la UE anunció el despliegue de una misión de observación electoral para los comicios regionales del 21 de noviembre, la primera en 15 años.
La presencia de una misión de observación electoral de la UE no se registraba desde 2006 y sucedía en momentos que la oposición había aceptado participar en las elecciones de gobernadores y alcaldes, tras haber estado ausente en los comicios presidenciales de 2018 y en las parlamentarias de 2020, argumentando que no habían suficientes garantías electorales.
"Después años de tensiones y polarización, las próximas elecciones son un posible paso importante hacia la búsqueda de una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela", dijo la parlamentaria Isabel Santos, jefa de la misión de observación electoral.
A pesar de haberse declarado dispuesto a aceptar a la UE como observador, el régimen de Maduro calificó de "pretensión injerencista" la misión para los comicios que celebraba el país en noviembre.
Tras asegurar el alto representante europeo para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que la misión de la UE era la mayor garantía para la oposición en las elecciones del 21 de noviembre, la cancillería venezolana contestó que no aceptaría "injerencismo alguno, y que una Misión de Observación electoral con las características descritas por el señor Borrell, no será aceptada por nuestro país"
Finalmente, la misión se desplegó en el terreno, pero Maduro acusó de "espías" a sus miembros y agregó que su informe preliminar buscaba "manchar" los comicios.
"Buscaron en un informe lleno de improvisaciones y mal redactado, buscaron tratar de manchar el proceso electoral y no pudieron. Una delegación de espías, no eran observadores, andaban por el país desplegados libremente espiando la vida social, económica y política del país", dijo Maduro en una transmisión de la televisión estatal acerca de la observación de la Unión Europea.
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