Autoridades deportivas anunciaron que la delegación cubana a las Olimpiadas de París arribarán en la noche del lunes 12 de agosto al Aeropuerto Internacional José Martí, desde donde seguirán una ruta hasta la Piragua, en el malecón habanero.
La Piragua será “sede del acto de recibimiento”, y al mismo tiempo "homenaje" al aniversario 98 del nacimiento de Fidel Castro, según reseña la nota oficialista.
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El trayecto del recorrido se iniciará en la Terminal No.1 del Aeropuerto José Martí, pasando por Boyeros, la Rotonda de la Ciudad Deportiva, Calle 26, Calle 23, hasta llegar al Malecón, con destino final en La Piragua.
Este tipo de eventos, que vinculan el deporte con la figura de Fidel Castro, son una muestra más del intento por perpetuar al fallecido dictador en todos los ámbitos de la vida cubana.
En lugar de centrarse exclusivamente en el logro deportivo, el acto se enmarca dentro de la estrategia oficialista de mantener viva a toda costa la figura de Fidel Castro.
La invitación pública a asistir refleja la presión social para participar en actos de este tipo, que mezclan deporte y política en un país donde las manifestaciones de apoyo al gobierno son casi obligatorias.
Tal realidad desvía la atención de los verdaderos desafíos que enfrenta el deporte cubano: la falta de recursos, la fuga de talentos y la politización de las instituciones deportivas.
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