La reciente publicación de los datos oficiales sobre la inversión en Cuba durante el primer semestre de 2024 reavivó el debate sobre la distribución de recursos en la isla, particularmente la insistencia del régimen cubano por invertir en el sector turístico en detrimento de sectores fundamentales como la salud y la asistencia social.
Según el informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), de enero a junio de 2024 el régimen destinó casi el 40% de sus inversiones a actividades relacionadas con el turismo, mientras que la inversión en Salud y Asistencia Social es 14 veces menor, un hecho que fue severamente criticado por expertos económicos, como el economista cubano Pedro Monreal.
En una serie de tuits, Monreal destacó la "estructura muy deformada" de la inversión en Cuba, subrayando que, a pesar de la baja tasa de ocupación hotelera del 28,4%, el gobierno ha incrementado significativamente las inversiones en el sector de "hoteles y restaurantes".
Esta decisión contrasta con la situación precaria de otros sectores críticos como la agricultura, que solo recibió un 2,5% de la inversión total. Monreal cuestionó la coherencia de la política de inversiones del gobierno cubano, señalando que la prioridad declarada sobre la seguridad alimentaria no se refleja en el presupuesto asignado a la agropecuaria, el cual fue 15 veces inferior al destinado al turismo.
El informe revela que, en términos generales, la inversión total en el país solo creció un 3,6% en precios corrientes comparado con el mismo período del año anterior. Sin embargo, en un contexto de alta inflación, es probable que en términos reales esta cifra represente una disminución de la inversión.
Monreal advirtió que la baja tasa de inversión, medida como porcentaje de la formación bruta de capital en el PIB, combinada con un patrón de inversión que favorece desproporcionadamente al turismo, hace que las declaraciones oficiales sobre "reimpulsar" la economía sean ilusorias.
El desbalance en la distribución de las inversiones también se aprecia si se comparan los sectores de la industria manufacturera y la agropecuaria frente al turismo. El economista enfatizó que, mientras sectores estratégicos para la productividad y los eslabonamientos productivos están descapitalizados, el turismo sigue siendo la prioridad del gobierno.
Esta situación se agrava considerando que la inversión en salud y asistencia social, áreas cruciales para el bienestar de la población cubana, recibe una fracción mínima del presupuesto, dejando al descubierto las contradicciones en las políticas económicas del régimen.
Un seguidor de Monreal en X cuestionó al economista sobre por qué considera que la estructura de inversiones es "muy deformada", a lo que Monreal respondió que, con una industria y una agricultura descapitalizadas, el porcentaje de la inversión en esos sectores debería ser mayor, especialmente en un contexto donde la ocupación turística es baja, sugiriendo que el gobierno cubano debería reevaluar sus prioridades.
La insistencia del régimen en seguir invirtiendo masivamente en el turismo, a pesar de los bajos índices de ocupación y la evidente necesidad de fortalecer otros sectores esenciales, plantea serios cuestionamientos sobre la sostenibilidad y la justicia de su política económica.
Mientras tanto, la población sigue enfrentando carencias en servicios básicos, reflejo de una estrategia que prioriza los intereses económicos de la élite que controla el turismo y la economía dolarizada del país a través del conglomerado corporativo militar del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que antepone su enriquecimiento personal por encima del bienestar general de la nación.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: