Samuel Eugenio Crespo Martínez, un joven médico cubano de 26 años, continúa en estado grave tras desarrollar encefalitis, una de las complicaciones más severas del virus del Oropouche.
Sin embargo, en las últimas horas, ha habido signos alentadores sobre su recuperación, según informó su antiguo entrenador de ajedrez, Osmani Pedraza Ledón, a través de una publicación en Facebook.
“Aunque sigue reportado como ‘grave’, Samuel E. Crespo Martínez ya hoy respira por sí mismo, le salió el rash y reconoció personas. Dios es grande, esperemos que este joven ajedrecista y doctor, salga pronto del mal momento que atraviesa”, indicó Pedraza Ledón.
El rash es un término en inglés que se utiliza a menudo para describir la aparición de una erupción cutánea, asociada en muchas ocasiones a una enfermedad viral.
Pedraza Ledón, quien ha seguido de cerca la evolución de Samuel, compartió con sus seguidores la esperanzadora noticia de que el joven doctor ha comenzado a respirar por sí mismo y ha reconocido a las personas a su alrededor, aunque su estado sigue siendo delicado.
Samuel, natural de Cabaiguán, en la provincia de Sancti Spíritus, ha sido objeto de numerosos mensajes de apoyo en redes sociales desde que se conoció su grave estado de salud.
Isabel Simón Serrano, una amiga cercana, fue una de las primeras en hacer un llamado a la comunidad para unirse en oración por la recuperación de Samuel, describiéndolo como un “niño bueno” y un “maravilloso médico”.
La enfermedad que ha puesto en riesgo la vida de Samuel es causada por el virus del Oropouche, una enfermedad arboviral que ha tenido un impacto significativo en Cuba desde su detección en mayo de 2024.
Según las autoridades sanitarias cubanas, más de 400 casos han sido confirmados en la isla hasta agosto, lo que sitúa a Cuba como el segundo país con mayor número de contagios en las Américas, solo superado por Brasil.
El virus del Oropouche, transmitido por mosquitos, presenta síntomas similares a los del dengue, como fiebre alta, dolores musculares, rigidez en las articulaciones y náuseas. Sin embargo, las complicaciones más graves incluyen encefalitis y meningitis, ambas inflamaciones de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
La comunidad científica y médica sigue de cerca la evolución de Samuel, cuyo caso se ha convertido en un símbolo de la lucha contra esta enfermedad en la isla.
A pesar de la grave situación, los signos de mejoría han traído un rayo de esperanza, no solo para su familia y amigos, sino también para una comunidad que sigue de cerca cada avance en su estado de salud.
El caso de Samuel también resalta las deficiencias en el sistema de salud cubano, que, según las declaraciones del ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, enfrenta desafíos para diagnosticar y tratar adecuadamente esta enfermedad debido a la falta de recursos. Esta situación ha generado preocupación entre la población y ha motivado a las autoridades de salud a emitir alertas para prevenir la propagación del virus.
Mientras tanto, la comunidad en Cabaiguán y en otras partes de Cuba sigue unida en alma y pensamiento, esperando que Samuel continúe mostrando señales de recuperación y pueda superar este difícil capítulo de su vida.
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