Vivian Limonta Reyes, una cubana sobre la que pesaba una I-220B y madre de un niño de dos años, fue deportada a la isla este jueves junto a otras 47 personas.
“Estoy destrozadísima. Estoy sin palabras”, dijo Vivian en declaraciones al periodista a Javier Díaz (Univision) desde La Habana y todavía sin llegar a su casa en Holguín.
“Yo nunca pensé que el gobierno de Estados Unidos me fuera a separar de mi hijo así y a deportarme”, añadió la mujer, que no asimila lo sucedido.
“La separación de familias no debería existir. Este país siempre se ha caracterizado por cuidar la unidad familiar”, lamentó su esposo, Osmani Pérez, quien ahora ha quedado al cuidado del pequeño de ambos.
“No entiendo cómo no tuvieron en cuenta que Vivian está casada además con un ciudadano americano. Yo llevo 31 años en este país, soy ciudadano americano y estoy bien decepcionado”, lamentó Pérez.
El esposo de Vivian Limonta intentó frenar la deportación de su esposa a través de la oficina del congresista Carlos Giménez, que emitió un comunicado lamentando lo sucedido.
“Mi despacho congresional lucha incansablemente por los derechos de todos nuestros residentes a pesar de las malas decisiones de esta administración, incluyendo las de admitir a represores castristas a nuestro país mientras castigan a las víctimas como en este caso”, dice el comunicado.
Vivian explicó que hicieron el viaje a la isla esposados y que al llegar a La Habana algunos de los funcionarios que los recibieron se burlaron de ellos.
“Para que vean que ese país es malo y me alegro de que les haya pasado todo los que le pasó a ustedes, mira cómo los deportaron y cómo los traen como perros”, les habría dicho uno de ellos.
El pasado 15 de julio Vivian quedó detenida en su cita anual con Inmigración en la oficina de ICE, en la ciudad de Miramar. Había tenido tres citas similares en años anteriores, pero en esa ocasión no la dejaron salir.
Ella llamó por teléfono y le dijo a su marido que la iban a dejar adentro para deportarla.
“Yo no me veo en Cuba para nada, ni me veo alejada de mi hijo tampoco. No es justo que un niño de 2 años con ADHD se quede solo. Una condición por la que el niño debe tener terapia del habla no es justo que lo separen de su mamá”, aseveró en declaraciones a Telemundo 51 en julio desde el Centro de Detención de Pompano Beach, en el condado de Broward.
“No separen familias. No es justo que separen familias. No creo que yo sea un peligro para estar aquí en esta sociedad”, dijo en esa oportunidad.
Al darse a conocer el caso, el mes pasado, se precisó que Vivian fue participante del programa de Inmigración MPP, iniciado por Estados Unidos en 2019. La cubana tuvo problemas para asistir a una cita de corte y automáticamente le otorgaron una deportación en ausencia. Al cabo de cuatro años ese documento I-220B le ha pasado factura.
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