El gobierno de Canadá emitió recientemente un nuevo aviso de salud para sus ciudadanos que deseen viajar a Cuba con enfoque en la precaución hacia el dengue.
“En muchos destinos turísticos se están registrando cifras cada vez mayores de casos de dengue”, señaló el país norteño en una actualización en su página gubernamental con fecha 26 de agosto.
Las autoridades canadienses describen al dengue como “un riesgo en los climas tropicales y subtropicales de todo el mundo, sobre todo en zonas urbanas y semiurbanas. Según el destino, el riesgo de dengue puede cambiar según la estación (es decir, es mayor en las estaciones lluviosas) y variar de un año a otro”.
Por ello, recomendaron a sus ciudadanos consultar a un profesional de la salud o visitar una clínica de salud para viajeros al menos seis semanas antes de viajar.
Sin embargo, la alerta, aunque no lo menciona, también se emite por la circulación del virus del Oropouche, que ha puesto en tensión al sistema de salud cubano.
Precisamente, el doctor Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología de Cuba, calificó de "compleja" la actual situación epidemiológica en el país debido a la co-circulación de múltiples virus, incluyendo la influenza, el dengue y el oropouche.
El especialista confirmó que el virus oropouche ha tenido un aumento considerable de casos; y explicó que si bien era considerado como relativamente benigno, recientes experiencias han demostrado que esta enfermedad puede causar graves complicaciones en algunos pacientes, citó la Agencia Cubana de Noticias.
Toda esta circulación se da en un periodo en que el país carece de los recursos necesarios para enfrentar las distintas enfermedades.
El propio Durán ha dicho anteriormente que el país no cuenta con combustible para fumigar contra los mosquitos, principales causantes de esta enfermedad. Tampoco existe higiene comunal en las calles cubanas.
En mayo de este año, el Gobierno canadiense había advertido a sus ciudadanos que deseen viajar a Cuba acerca de los riesgos que supone hacer turismo en un país con niveles críticos de escasez, inseguridad y deterioro de las infraestructuras hoteleras y servicios públicos.
El aviso de máximo nivel se produjo luego del episodio vivido por la familia de Faraj Allah Jarjour, un quebequense de sesenta años que falleció en Cuba y cuya familia denunció a los funcionarios de la isla por la pérdida del cuerpo a la hora de repatriarlo a Canadá. El cuerpo del ciudadano canadiense apareció en Rusia.
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