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Un cubano de La Pequeña Habana denunció las condiciones deplorables del apartamento que renta en Miami, desde hace más de una década.
Telemundo 51 visitó el hogar de Antonio Álamo. Las imágenes del estado de la vivienda en La Pequeña Habana han generado una ola de preocupación, por el peligro que representa para los residentes.
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Las quejas de estas familias van desde filtraciones en los techos, con grandes goteras en días de lluvia, hasta pisos con huecos y paredes húmedas, dejando un ambiente insalubre y dañino.
Álamo tiene problemas de salud que afectan su movilidad y su respiración. Vivir en esas condiciones agudiza sus patologías. Lleva 13 años en ese apartamento junto a su esposa.
"Esto fue un pedazo que se cayó", comenta mientras señala un fragmento de techo. "Hoy esto, mañana lo otro. La lluvia me dañó el ventilador", dijo el afectado.
Por si fuera poco, los residentes en este edificio notan que el suelo también tiene problemas. El piso se está hundiendo debido a la humedad.
"Aquí hay pudrición. Vivimos como perros. Parece que estamos en un país del tercer mundo", dijo Álamo.
El inquilino paga 200 dólares de alquiler, porque el gobierno le proporciona la ayuda para vivir dignamente, pero la realidad del apartamento que renta indica otra cosa, por eso pide a los políticos de Miami que atiendan su caso.
El 17 de junio, los vecinos de este edificio presentaron una queja ante la oficina del comisionado Joe Carollo, quien confirmó que envió un inspector a evaluar la situación. Sin embargo, la revisión técnica no provocó cambios ni soluciones a los problemas del inmueble.
Carollo se comprometió a enviar nuevamente a un inspector para darle seguimiento al caso y asegurar que se tomen medidas correctivas con los administradores del edificio.
Actualmente, el techo está en reparaciones, pero no es una medida suficiente, porque los problemas estructurales parecen ir más allá de las reparaciones superficiales.
Otro residente del edificio considera que el lugar es inhabitable. "No es que lo vayan a reparar, está mojado por todos lados, los baños podridos, las tinas llenas de huecos, todo está destruido. Esta edificación está para cerrar", enfatizó.
La situación ha llevado a algunos vecinos a tomar decisiones drásticas. Un inquilino que vivió en el edificio junto a su padre durante años, decidió marcharse tras el fallecimiento de su progenitor el mes pasado, incapaz de soportar las deplorables condiciones, a pesar del bajo costo de la renta.
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