La icónica Estación Central de Ferrocarriles de La Habana, construida en 1912 y declarada Monumento Nacional, está siendo sometida a una restauración sin precedentes que busca recuperar su esplendor original y modernizar sus instalaciones.
Como parte del proyecto ferroviario previsto en la isla hasta el 2030, el ambicioso trabajo tiene como objetivo preservar los valores patrimoniales de la estación mientras se integra tecnología de punta para enfrentar los desafíos actuales.
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En un audiovisual producido por Naturaleza Secreta y compartido por el ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Dávila en la red social Facebook, se muestra el progreso de la obra, destacando que el espacio "está en movimiento".
El ingeniero Jorge Candelaria Barroso, director general de la Empresa de Servicios Especializados y Dirección Integrada de Proyectos (ESDIP), destacó que, aunque la estación había recibido reparaciones en las décadas de los 60 y 80, ninguna de esas intervenciones fue tan significativa como la que se está realizando ahora.
El enfoque actual se centra en la restauración de la fachada, aumentar la capacidad de pasajeros, los elementos decorativos, los yesos, la herrería y la carpintería, además de la incorporación de tecnologías sostenibles en pos de potenciar el sistema ferroviario.
Dado que la arquitectura original no puede manejar este flujo de manera eficiente, se está construyendo un edificio anexo para la última espera, con un diseño arquitectónico moderno que complementa el edificio histórico sin integrarse completamente a él.
Entre los avances más notables están nuevas zonas de espera, oficinas, cafeterías, pero siempre con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la estación.
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