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El gobierno cubano continúa mostrando su “aprecio” por los profesionales de la salud pública, entregando el pasado sábado un carro usado a la jefa de Neonatología del Hospital Lenin de Holguín como reconocimiento a su labor y años de entrega al sector.
Según el perfil de Facebook del Hospital Lenin, el “pequeño reconocimiento” se realizó en nombre del pueblo de Cuba, destacando el aporte de la doctora Ana Nastia Tamayo Ortiz “a la salud pública, en beneficio de la vida de tantos niños y por la felicidad de las familias de la provincia de Holguín”.
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El acontecimiento tuvo la solemnidad propia de las entregas gubernamentales, en presencia de familiares y compañeros de trabajo de la “homenajeada”, directivos del centro asistencial y hasta la lectura de comunicados, pero no dejó de ser un reflejo del surrealismo que caracteriza al sistema comunista y también de sus carencias.
Con este “gesto” de entregar un carro usado a una profesional con años de experiencia, el régimen intenta ocultar las profundas fallas del sistema de salud pública cubano, sin abordar los problemas fundamentales que afectan al hospital, como la falta de suministros y el deterioro de la infraestructura.
En numerosos países, una doctora especialista, con su experiencia y años de experiencia, seguramente habría podido comprar varios autos modernos, y darle mejores condiciones de vida a su familia.
Sin embargo, en la realidad cubana, los galenos enfrentan precariedades en su día a día, desde salarios insuficientes hasta la falta de materiales básicos, el gobierno opta por actos ceremoniales y simbólicos que no solucionan los problemas estructurales del país.
De vez en cuando, el régimen “regala” autos usados a profesionales con décadas de experiencia, como “reconocimiento”.
Luego de 40 años practicando la docencia y muchos más laborando en el sector de la salud, una fisióloga cubana recibió su primer carro de manos del Estado, un gesto que la prensa oficialista promocionó como el “regalo de la Revolución” a los profesionales de la salud en la Isla.
Según recogió el diario local 5 de Septiembre, la profesora Sandra Williams Serrano, especialista en Fisiología de la Universidad de Ciencias Médicas Raúl Dorticós, de Cienfuegos, recibió en 2018 las llaves de “su flamante coche”.
Ese mismo año, en medio de la calle, en Ciego de Ávila, a una doctora cubana le regalaron un carro como reconocimiento "por su desempeño profesional".
Se trata de la profesional de la salud Belkys Celaida Díaz Fernández, a quien la Dirección Provincial de Salud Pública le entregó un auto marca Kia Picanto.
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