Tras dos jornadas consecutivas sin electricidad, el malestar se extiende por pueblos y ciudades de Cuba, donde este sábado los ciudadanos se manifestaron con cacerolazos en la capital y salieron a las calles a protestar en Santiago de Cuba.
El periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada compartió en sus redes sociales videos de protestas que tuvieron lugar en esta ciudad del Oriente de Cuba, con decenas de personas gritando “¡pongan la corriente!” y sonando cacerolas en las calles.
Acorde a lo recogido en una de sus publicaciones, en las protestas aparecieron a los pocos minutos patrullas de la policía y agentes de la Seguridad del estado que prohibieron la grabación de los sucesos.
Al grito de “¡corriente y comida!” –un reclamo expresado ya otras veces por los santiagueros-, los vecinos del reparto San Pedrito se lanzaron este sábado a las calles y exigieron a las autoridades santiagueras una solución a la crítica situación que atraviesan.
Las imágenes del video compartido por Mayeta Labrada mostraron una muchedumbre de vecinos protestando en las calles.
Patrullas de la policía también hicieron aparición en San Pedrito, un barrio humilde localizado en la zona baja del norte de la bahía, donde miles de santiagueros malviven en viviendas precarias y rodeados de basura, creando un entorno insalubre apenas intervenido por los programas sociales de las autoridades locales.
El colapso total del sistema electroenergético nacional (SEN), que transcurre en Cuba desde el viernes 18 de octubre al mediodía, ha agravado aún más el panorama de precariedad e inseguridad que padece la población santiaguera, que este sábado se agolpaba en el municipio San Luis frente a un establecimiento estatal para comprar carbón para cocinar, según reportó en sus redes Mayeta Labrada.
A finales de marzo, luego de las multitudinarias protestas que tuvieron lugar en Santiago de Cuba -y que llevaron a las autoridades a intentar aplacarlas desde una azotea-, el arzobispo de esa ciudad, monseñor Dionisio García Ibáñez, pidió corriente, comida y libertad a la Virgen de la Caridad del Cobre en la Eucaristía del Domingo de Ramos.
“Queremos vivir con mayor desahogo, queremos tratar de vivir una vida normal en la que cada quien pueda hacer su plan, su proyecto de vida, donde la vida no sea una lucha y un trabajo perenne”, dijo García Ibáñez a los pies de la Virgen.
El religioso también lamentó la “lucha cotidiana para encontrar lo imprescindible para vivir, que muchas veces escasea”.
“Nuestro pueblo ha dicho, pide y repite: 'corriente y comida', ¿eso es inalcanzable?”, cuestionó el arzobispo, quien además hizo referencia a los apagones.
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