Cubanos se unen en actos de solidaridad para enfrentar las secuelas del huracán Oscar en Guantánamo

Tras el devastador paso del huracán Oscar por el oriente cubano, la solidaridad entre cubanos ha sido fundamental para enfrentar las consecuencias de las inundaciones y la destrucción dejadas a su paso.

Daños huracán Oscar en Baracoa © Radio Baracoa
Daños huracán Oscar en Baracoa Foto © Radio Baracoa

Tras el devastador paso del huracán Oscar por el oriente cubano, la solidaridad entre los cubanos ha sido fundamental para enfrentar las consecuencias de las inundaciones y la destrucción dejadas a su paso. En comunidades como San Antonio del Sur e Imías, los vecinos se han organizado para rescatar a quienes quedaron atrapados, proporcionar refugio a los damnificados y coordinar envíos de ayuda desde el extranjero.

La respuesta del gobierno cubano ante las inundaciones provocadas por el huracán Oscar ha sido criticada por su lentitud y falta de recursos. En varias localidades, como San Antonio del Sur y Guantánamo, los residentes denunciaron sentirse abandonados por las autoridades, quienes tardaron en enviar brigadas de rescate y suministros de emergencia. “Nos dejaron solitos allí con 29 niños”, expresó un vecino, destacando la falta de apoyo gubernamental durante los primeros días de la emergencia. Además, la distribución de ayuda se ha visto limitada por la falta de recursos y la complejidad para llegar a comunidades incomunicadas, lo que ha agravado la situación de los damnificados que esperan asistencia básica.

Ante la falta de una respuesta rápida y efectiva por parte del gobierno cubano durante las inundaciones provocadas por el huracán Oscar, la solidaridad entre cubanos ha venido a reemplazar en gran parte la falta de apoyo estatal en momentos críticos, la propia comunidad ha organizado labores de rescate y asistencia. Mientras muchos vecinos se ayudaban mutuamente para evacuar a los más vulnerables, iglesias y activistas locales se convirtieron en el principal refugio de los damnificados, brindando comida y un techo a quienes lo habían perdido todo. Esta red de apoyo comunitario ha sido esencial para suplir la falta de recursos y atención por parte de las autoridades.

Aqui te traemos solo algunos ejemplos:

Rescate entre vecinos en San Antonio del Sur: En San Antonio del Sur, los vecinos organizaron rescates improvisados cuando el río se desbordó, afectando a varias comunidades. Sin el apoyo inmediato de las autoridades, ellos mismos ayudaron a evacuar a los niños y a las personas mayores hacia zonas más seguras. En algunos casos, enfrentaron la corriente del agua para sacar a personas atrapadas en viviendas inundadas, especialmente en zonas rurales donde las brigadas de rescate aún no habían llegado.

Iniciativa de Andy Vázquez desde Estados Unidos: Andy Vázquez, un humorista cubano radicado en Estados Unidos, lanzó una campaña de recolección de donativos para los damnificados. A través de las redes sociales, pidió a la comunidad cubana y a sus seguidores que donaran ropa, juguetes, alimentos no perecederos y medicinas. Mostró las donaciones que recibió en videos, incluyendo ropa y alimentos, y organizó el envío de estos insumos a las zonas más afectadas de Guantánamo. Vázquez insistió en que todas las ayudas fueran en forma de bienes materiales y no de dinero.

Alojamiento de damnificados en la Iglesia Metodista de Guantánamo: La Iglesia Metodista en Guantánamo ofreció refugio a más de 60 personas, incluyendo numerosos niños, que quedaron sin hogar después de las inundaciones en San Antonio del Sur. Además del alojamiento, la iglesia proporcionó medicamentos y atención médica a los afectados. La iniciativa se organizó rápidamente después de que las aguas inundaran comunidades enteras, dejando a muchos sin un lugar seguro donde refugiarse.

Campañas de ayuda desde la diáspora cubana: Cubanos residentes en el extranjero, principalmente en Miami, se unieron a través de redes sociales y organizaciones para enviar ayuda a los damnificados por el huracán Oscar. Estas campañas de recolección de alimentos, ropa y medicamentos fueron canalizadas hacia activistas y organizaciones que distribuyeron los donativos entre las comunidades más afectadas, como Imías y San Antonio del Sur. La conexión emocional con sus compatriotas motivó a muchos a participar, enviando lo que podían.

Voluntarios en labores de limpieza y recuperación: Vecinos de San Antonio del Sur y otras localidades afectadas colaboraron en la limpieza de viviendas y calles cubiertas de lodo después del paso del huracán. Los residentes se organizaron para retirar escombros, barro y muebles dañados, trabajando en conjunto para ayudar a aquellos que no podían realizar estas tareas por sí mismos. En varias ocasiones, jóvenes del lugar ayudaron a personas mayores que habían quedado solas, ofreciendo apoyo físico y emocional.

Operación de rescate de un niño de 12 años: En San Antonio del Sur, un niño de 12 años llamado Daniel González Hernández fue rescatado por vecinos y miembros del Consejo de Defensa Municipal. El niño, que sufrió una grave herida en la pierna durante las inundaciones, fue trasladado al Hospital Pediátrico Provincial de Guantánamo. La comunidad local destacó el papel de los vecinos, quienes lo encontraron y ayudaron a mantenerlo a salvo hasta que pudo ser atendido médicamente.

Distribución de alimentos en comunidades aisladas: En Imías y San Antonio del Sur, que quedaron incomunicadas por las inundaciones y el colapso de puentes, el ejército cubano y activistas locales organizaron la distribución de alimentos y medicinas. Se utilizaron vías alternativas y operaciones aéreas para llevar alimentos a los residentes, especialmente en lugares donde el agua seguía siendo un obstáculo para el acceso terrestre. La ayuda incluyó paquetes con arroz, frijoles y agua potable.

Familias ayudándose mutuamente durante las evacuaciones: En Guantánamo, varias familias se apoyaron durante las evacuaciones, ofreciendo refugio a vecinos que habían perdido sus hogares. En muchos casos, las personas se trasladaron a casas de amigos o familiares que vivían en zonas más altas. En las redes sociales, se destacaron historias de personas que abrieron las puertas de sus casas para acoger a vecinos que habían quedado sin techo por la rápida subida de las aguas.

Solidaridad a través de las redes sociales: La diáspora cubana y los propios habitantes de Guantánamo usaron Facebook y otras redes sociales para coordinar la ayuda y buscar a personas desaparecidas. Esto permitió a muchas familias mantenerse informadas y recibir noticias de sus seres queridos. Los mensajes compartidos en grupos y perfiles personales pedían colaboración para enviar donativos y localizar a personas que no habían sido vistas desde el paso del huracán.

Recolección de donativos por activistas locales: Activistas de Guantánamo y La Habana lideraron la recolección de alimentos, ropa y medicinas para los damnificados, utilizando sus propios recursos y contactos para organizar la entrega. En La Habana, se habilitaron puntos de recogida para recibir donativos y luego enviarlos al oriente de Cuba, donde la devastación fue más severa. Estas iniciativas privadas de solidaridad fueron un complemento importante a la asistencia oficial, que en algunos casos fue insuficiente.

La respuesta solidaria de los cubanos ante la emergencia provocada por el huracán Oscar muestra la fortaleza y el sentido de comunidad de un pueblo acostumbrado a enfrentar la adversidad. Las redes de apoyo y las iniciativas locales y desde la diáspora han sido cruciales para brindar alivio a las familias que lo han perdido todo. Sin embargo, la magnitud de los daños plantea enormes retos para la recuperación de estas comunidades, resaltando la necesidad de un esfuerzo continuado para reconstruir lo perdido y apoyar a los más vulnerables en el proceso de volver a la normalidad.

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