Muere Quincy Jones a los 91 años: el legado imborrable de un titán de la música

Considerado un titán y leyenda de la música, Jones revolucionó la industria con su talento como productor, compositor y defensor de derechos civiles, dejando un legado imborrable.

Quincy Jones © Google Images / Licencias Creative Commons
Quincy Jones Foto © Google Images / Licencias Creative Commons

El mundo de la música llora la pérdida de Quincy Jones, un verdadero coloso de la industria que, a lo largo de sus 91 años, revolucionó el panorama musical.

El legendario compositor, productor y arreglista falleció el domingo por la noche en su residencia de Bel Air, California, rodeado de sus seres queridos, según CNN.

La familia de Jones emitió un emotivo comunicado en el que describieron su dolor y celebraron su vida llena de amor y contribuciones artísticas sin igual. “Nunca habrá otro como él. Su corazón latirá por la eternidad a través de su música y amor ilimitado”, expresaron sus familiares.

Erudito del pentagrama, Quincy conocía perfectamente la evolución de la música cubana, de la que llegó a decir que, junto a la de Brasil, eran de las mejores del mundo.

Las músicas de Brasil y Cuba "son las mejores", dijo el legendario trompetista, compositor, director, arreglista y productor estadounidense Quincy , al destacar la influencia de las raíces africanas.

"Viajo a Brasil casi todos los años desde hace 54. ¡Dios mío! la música que se hace allí, y la de Cuba, son las mejores. Lirismo y ritmos africanos. Con las mismas 12 notas desde hace 500 años", dijo Jones en una entrevista con el diario español El País en julio de 2011.

Manager musical del pianista cubano Alfredo Rodríguez

En 2006, con 27 Grammys a su nombre, después de haber producido algunos de los mejores álbumes musicales de todos los tiempos y con 80 años cumplidos, Jones se estrenó como gerente (mánager) de jóvenes músicos, un impulso que le llegó al ver una actuación del joven pianista cubano Alfredo Rodríguez Jr.

La idea de servir de gerente de músicos se le ocurrió en 2006 durante el Festival de Jazz de Montreaux, en Suiza, luego de ver el desempeño del innovador pianista cubano, quien no tenía mánager y mucho menos un contrato de grabación, contó en 2015 el New York Times.

Jones quedó impresionado con el cubano y le preguntó si quería trabajar con él. La oferta hizo que el pianista se quedara durante un viaje que hizo a México en 2009, y cruzara la frontera por la parte de Laredo, en Texas, con sólo el pulóver que llevaba puesto y una maleta llena de composiciones musicales.

El vicepresidente de la empresa Quincy Jones Productions, Adam Fell, explicó al citado medio que Jones se llevó a Alfredito a Los Ángeles, le proporcionó vivienda durante dos años mientras el joven músico empezaba a dar giras y a trabajar en un álbum. Además, alentó al pianista a ahondar en sus raíces latinas durante su debut en 2012.

Recordando aquellos momentos, el pianista cubano dijo que “el mejor consejo que me dio (Quincy Jones) fue ser yo mismo”.

Un pionero de múltiples talentos

Quincy Jones fue un hombre de talento y determinación que se destacó como músico, director, ejecutivo de sellos discográficos e incansable defensor de los derechos civiles.

Nacido en Chicago en 1933, creció en un entorno difícil que no impidió que desde temprana edad desarrollara un profundo amor por la música. Su carrera comenzó a forjarse en Seattle, donde conoció al joven Ray Charles, con quien mantendría una amistad de por vida.

Bajo la guía de su mentor, el trompetista Clark Terry, y la tutela de grandes como Lionel Hampton, Jones empezó a abrirse paso en el jazz, primero como intérprete y luego como un brillante arreglista.

Su talento para los arreglos musicales lo llevó a colaborar con figuras icónicas como Count Basie, Sarah Vaughan y Duke Ellington. Sin embargo, su influencia se expandiría a varios géneros, convirtiéndolo en un músico versátil y visionario que no reconocía límites.

Rompiendo barreras en la industria musical

En 1961, Quincy Jones marcó un hito al convertirse en director de artistas y repertorio de Mercury Records, y tres años después, en el primer afroamericano en ocupar un cargo de vicepresidente en una disquera de propiedad blanca.

Durante esta etapa, produjo éxitos como It’s My Party de Leslie Gore y colaboró con artistas de la talla de Frank Sinatra y Peggy Lee. Con Sinatra, Jones desarrolló una sólida amistad y una relación artística que redefinió el sonido de la música pop en Estados Unidos.

En la década de 1960, Jones incursionó en el cine y la televisión, componiendo bandas sonoras que lo catapultaron a la fama, entre ellas las de In the Heat of the Night y In Cold Blood.

También fue durante estos años cuando sufrió un aneurisma cerebral que puso en peligro su vida. A pesar de este grave problema de salud, Jones continuó trabajando y, en sus palabras, “fue testigo de su propio funeral”, donde colegas como Sarah Vaughan y Sidney Poitier lo acompañaron.

El éxito de “Thriller” y su impacto social

Quizás uno de los momentos más significativos de la carrera de Jones llegó en 1982, cuando produjo el icónico álbum Thriller de Michael Jackson, un trabajo que no solo rompió récords de ventas, sino que redefinió la música pop mundial.

Tres años después, Jones reunió a decenas de estrellas para el proyecto benéfico We Are the World, que buscaba recaudar fondos para combatir la hambruna en África. Esta canción solidaria se convirtió en un símbolo de unidad y solidaridad, y reforzó la imagen de Jones como un hombre comprometido con causas sociales.

Explorando nuevos horizontes y dejando un legado en la cultura popular

En su incansable búsqueda de innovación, Jones también dejó su huella en la pantalla chica al producir la popular serie El príncipe de Bel-Air, que lanzó al estrellato a Will Smith.

En el mundo editorial, fundó la revista cultural Vibe en 1993, ampliando su impacto en el ámbito musical y cultural de Estados Unidos.

A lo largo de su vida, Quincy Jones tuvo tres matrimonios y fue padre de siete hijos, entre ellos la actriz Rashida Jones. Fue un hombre multifacético que no solo se dedicó a la música, sino que también buscó incansablemente influir y dar forma a la cultura de su tiempo.

Una creatividad transformadora

Hasta sus últimos años, Jones mantuvo una intensa actividad creativa. En 2014, produjo el documental Keep on Keepin' On, dedicado a su mentor Clark Terry.

En su libro de 2022, 12 notas sobre la vida y la creatividad, reflexionó sobre la importancia de la creatividad en su vida, describiéndola como “uno de los dones más hermosos que poseemos, con el poder de transformar el dolor en algo más que un sentimiento singular”.

Quincy Jones deja un legado inmenso, una vida marcada por el arte, el compromiso social y una influencia que trascenderá generaciones.

Su música seguirá resonando y su espíritu innovador permanecerá como una inspiración para todos aquellos que sueñan con romper barreras y hacer del arte un vehículo de cambio.

Quincy Jones y su opinión sobre Donald Trump

En febrero de 2018, el octogenario músico causó revuelo tras publicarse una entrevista que concediera al diario Vulture, en la que aseguró que él "solía salir con Ivanka Trump", la hija del presidente estadounidense Donald Trump.

"Tenía las piernas más hermosas que he visto en mi vida," expresó, y luego, exclamó: "Padre equivocado, sin embargo".

En la entrevista Jones fue muy crítico con el presidente, al que acusó de exacerbar las tensiones raciales en los Estados Unidos. También lo llamó "hijo de p..." y dijo que quienes le escuchaban y creían eran "campesinos sin educación".

"Trump simplemente les está diciendo lo que quieren escuchar. Yo solía ​​pasar el rato con él. Él es un hijo de p..., limitado mentalmente, megalómano, narcisista. No lo soporto," comentó.

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