El prestigioso economista cubano Pedro Monreal alertó en la red social X sobre la falta de publicación de las estadísticas agropecuarias de 2023, a solo 45 días de finalizar el presente año, y una pregunta cobra sentido: ¿será que el régimen teme dar detalles del fracaso de sus políticas económicas?
Según Monreal, este retraso es extraño, ya que los indicadores agropecuarios son más sencillos de compilar que los de otros sectores económicos y no deberían presentar mayores complicaciones.
El especialista sugiere que más que una incompetencia técnica, la falta de transparencia podría ser una estrategia para ocultar cifras negativas que confirmarían el fracaso de las políticas económicas implementadas por el gobierno.
La preocupación surge en un contexto donde el régimen insiste en que las reformas implementadas para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía” están dando frutos. Algo increíble de pensar en medio de la crisis sistémica reinante en el país.
Mientras Miguel Díaz-Canel, Manuel Marrero Cruz y toda su camarilla creen que “se ha continuado avanzando en las proyecciones encaminadas a la reactivación de la producción nacional”, las familias cubanas deben reinventarse diariamente para lograr sobrevivir.
La escasez de alimentos que afecta a la población, junto con las dificultades persistentes en la agricultura, ponen -seriamente- en duda el (descabellado) optimismo gubernamental. Y se sabe, por ejemplo, los pésimos resultados de las últimas zafras azucareras.
En septiembre de 2023, el destituido ex ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez, aseguró que el país tenía la capacidad para incrementar la oferta de alimentos "de manera significativa", a pesar de las limitaciones financieras y otros factores adversos.
No obstante, desde 2022 los campesinos cubanos no han experimentado mejoras notables en sus producciones ni en sus ingresos, lo que genera una creciente frustración.
Aunque en abril de 2021 el gobierno aprobó 63 medidas económicas para impulsar la agricultura, los productores sostienen que estas reformas no han tenido el impacto esperado.
La inflación ha desajustado las ganancias, haciendo que los ingresos sean insuficientes para realizar nuevas inversiones y mejorar la productividad.
Dicho esto, queda claro que el silencio oficial sobre las cifras agropecuarias de 2023 dicta la nula efectividad de las políticas implementadas, en un sector clave para la seguridad alimentaria y el bienestar de la población cubana.
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